La familia de Déborah Fernández-Cervera, la joven viguesa que apareció muerta en O Rosal en mayo de 2002, ha anunciado que ha pedido el sobreseimiento provisional de la causa. Así lo ha explicado este viernes Ignacio Amoedo, uno de los abogados de la familia, como recoge Europa Press: "Nos damos por vencidos. Es difícil derribar un muro con bolas de papel, por muchas que tiremos. Los familiares ya no quieren soportar más lo que entienden como un maltrato de la Administración de Justicia, del Estado español y del Estado de derecho".
Tras más de veinte años tratando de conocer al posible culpable del fallecimiento de la joven, han decidido no continuar con la prórroga del caso, que terminaba en unos días. Amoedo ha explicado que, desde que se denegó el procedimiento de jurado en noviembre de 2022, "carecía de sentido continuar con la presente instrucción". Ha añadido que ya en abril de este año los abogados de la familia preguntaron al juzgado si era necesario continuar con la causa y "hacer sufrir a la familia" si por aquel entonces los jueces ya pensaban que la joven "no había muerto de forma violenta".
"¿Para qué mantener como investigado a persona alguna? ¿Para qué seguir haciendo sufrir a la familia? ¿Para qué hacer gastar dinero a las partes con periciales de diferente tipo? ¿Para qué seguir practicando pruebas? ¿Qué valor tenía el atestado de 2019 de la Policía Nacional, que señalaba a una persona como autora de la desaparición y muerte de Déborah? Si consideraban que el mismo era una invención, ¿por qué no se indicó a los agentes que hicieran bien su trabajo?", ha lamentado el abogado. Ha concluido recordando que durante la declaración del doctor Curiel, que insistía en una muerte violenta, "sus argumentos fueron atacados a fin de mantener viva la teoría de la muerte súbita".
"Nos oponemos a la prórroga de la instrucción y, si se entiende que no hay elementos para abrir el procedimiento de jurado, que se proceda al sobreseimiento provisional de la causa. Lo cual no quiere decir que no se seguirá trabajando, que con la causa cerrada se seguirá trabajando para intentar saber qué pasó con Déborah Fernández-Cervera. Esto no es un adiós, es un hasta luego".
Con esta petición, hecha a la magistrada del Juzgado de Instrucción número 2 de Tui (Pontevedra), se solicita la terminación excepcional del juicio. El sobreseimiento conducirá a la conclusión definitiva y al archivo del caso, puesto que no ha dejado de estar en fase de instrucción en los últimos veinte años. A la espera de que la jueza decida aceptar o no el sobreseimiento, cabe destacar que se trata de una decisión temporal: las partes podrán solicitar reabrir el caso si se encuentran nuevas pruebas que confirmen la muerte violenta de Déborah y la posible implicación del único investigado.