Este martes se ha celebrado el juicio contra el conductor del vehículo que causó un accidente en marzo de 2021 en el que murieron una madre y sus dos hijos en Salceda de Caselas (Pontevedra). Al hombre, de 33 años, se le acusa de tres delitos de homicidio por imprudencia grave por salirse de la vía mientras conducía ebrio y hoy ha asegurado no recordar nada de lo sucedido.
"No sé qué me pudo pasar, si me dio un bajón o qué", ha declarado Alfredo L. ante la sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra. El procesado ha dicho que "estaba bien" y que no recuerda nada de lo sucedido, ni de coger el coche ni si llegó a pedir a alguien en el bar donde se encontraba si podía llevarlo a casa por no estar en condiciones para conducir. Por el contrario, sí recordaba que, después del accidente, en el hospital pidió a su padre "que hiciera todo lo posible con el seguro" para que "intentase llegar a un acuerdo".
La Fiscalía solicita para él cinco años de prisión y la pérdida definitiva del permiso para conducir. El relato de los agentes de la Guardia Civil que testificaron durante la vista oral sostiene que el acusado condujo su Renault Megane por la carretera PO-510 (Porriño-Salceda de Caselas), tras haber consumido bebidas alcohólicas en cuatro bares "en cantidad que mermaba su capacidad de realizar una conducción adecuada y segura", según recoge Europa Press.
Causas del accidente
Los informes periciales indican que el acusado condujo su vehículo a una "velocidad excesiva e inadecuada para su estado y la vía", alcanzando, al menos, una velocidad de 128 km/h en una vía limitada a 90 km/h. Por ello, al llegar a una de las "ligeras" curvas de la carretera mantuvo una trayectoria recta, atravesando los dos carriles de circulación sentido O Porriño e invadiendo el carril destinado a la circulación sentido Salceda de Caselas. En dicho carril circulaba el vehículo Citroën C4 que conducía una mujer de 39 años que viajaba con sus hijos de 13 y 6, todos ellos vecinos de Salvaterra do Miño.
El equipo de expertos de la Guardia Civil que reconstruyó el accidente ha explicado este martes en el juicio que, como consecuencia de esa invasión, la conductora intentó una maniobra evasiva hacia la izquierda para evitar la colisión, un movimiento que era "correcto" para tratar de esquivar la embestida, aunque no logró hacerla a tiempo.
La violencia del impacto frontal entre ambos vehículos causó la muerte de los tres ocupantes del Citröen, aunque llevaban cinturones de seguridad y una silla homologada en el caso del niño de 6 años. Asimismo, los sistemas activos de protección del vehículo funcionaron también correctamente.
Alcohol en sangre
Tras el accidente, el conductor superviviente fue trasladado al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde se obtuvieron muestras para comprobar el grado de intoxicación alcohólica, que arrojaron un resultado de 2,49 gramos por litro de sangre, cinco veces más de lo permitido. El abogado de la defensa planteó durante el juicio varias dudas sobre la extracción y custodia de las muestras, un proceso que quedó acreditado por los profesionales sanitarios.
Por otro lado, también testificaron los responsables de cuatro bares a los que acudió el acusado la tarde del 19 de marzo de 2021, que coincidieron con la Guardia Civil en que el acusado presentaba "evidentes síntomas de una intoxicación alcohólica notoria" ya antes de iniciar la conducción. Según algunos testigos, el conductor estaba "hablando solo y balbuceando, con dificultades para mantener el equilibrio, incapaz de mantener la verticalidad, llegando a caerse de una silla al suelo, o tropezar sin motivo aparente y caerse al suelo, quedándose tumbado un rato hasta que consiguió levantarse".
El viudo y padre de los dos menores fallecidos también ha testificado durante la vista, en la que, visiblemente emocionado, afirmó que en ese accidente lo ha "perdido todo". Afirmó que está sumido en una depresión y que se ha trasladado de forma definitiva fuera del país. "No tengo ningún motivo para vivir", ha dicho, tras afirmar que tenía tres negocios que fueron liquidados "a pérdidas" porque se vio "incapaz de sacarlos adelante".
El padre y los tres hermanos de la madre de 39 años que falleció junto a sus hijos han relatado ante el tribunal la tragedia familiar que viven desde aquel día. "Llevamos todo este tiempo sin ser la familia que éramos: nada en la vida te prepara para ver tres cajas colocadas de mayor a menor", han asegurado.
Acusación particular
Por estas razones, la familia ejerce la acusación particular y pide una condena de nueve años de prisión para el acusado. Según han argumentado, en España hay sentencias condenatorias con penas superiores a los 10 años por sucesos similares y con menos víctimas. La familia teme "una condena pequeña que no ayude a pasar página" sino que "aumente nuestra situación de rabia e impotencia".
Además de la pena de prisión y en cuanto a la responsabilidad civil, la Fiscalía solicita que el acusado conjunta y solidariamente con la compañía Axa Seguros Generales indemnice en más de medio millón de euros a la familia de los fallecidos.
El juicio concluirá mañana miércoles con la lectura de los informes de las partes personadas en este caso: la Fiscalía, la acusación particular, el abogado de la defensa y el letrado de la compañía de seguros.