Las cifras de contagios comienzan a descender, aunque lentamente, y Galicia encadena desde hace varios días una bajada también de casos activos. A esto se suma que, como se suponía hace semanas, la variante ómicron ha demostrado ser mucho menos agresiva que las anteriores y una inmensa mayoría de los pacientes positivos pasa la enfermedad en su domicilio.
No obstante, la mejor noticia que podría traer el 2022 es que cada vez hay menos ingresos por Covid en los hospitales gallegos. Si bien es una tendencia que todavía necesita unos días para poder confirmarse al cien por cien, los responsables de varias áreas sanitarias confían en que la variante ómicron devolverá, por fin, la normalidad a los hospitales.
Juan Turnes, coordinador de hospitalización Covid y Jefe de Servicio de aparato digestivo de Pontevedra, afirmaba en la mañana de ayer que "el perfil del paciente ingresado con Covid ha cambiado". La matización, por supuesto, es importante, pues implica que los cuadros respiratorios graves empiezan a ocurrir en muy pocos pacientes.
Con Covid, por Covid
El doctor Turnes se remite a las cifras para aclarar, de manera muy sencilla, por qué la variante ómicron podría arrojar un poco de esperanza. "De los 25 ingresos que han tenido lugar en el CHOP en los últimos cuatro días, solo 10 llegaron con una infección respiratoria, de los que cinco eran personas no vacunadas".
El perfil del paciente, asegura, "ha cambiado con respecto a anteriores olas, estamos viendo sintomatologías muy diferentes". Habla, de hecho, de cuatro pacientes diferenciados: "hay un primer paciente que ya sabemos que tiene Covid cuando llega, porque viene de un aislamiento domiciliario". Estas personas, asegura, "no tienen síntomas respiratorios y, en caso de presentarlos, son muy leves o mínimos", e ingresan por enfermedades que nada tienen que ver con el coronavirus. "Tenemos pacientes con hemorragias gástricas, con cardiopatías o, incluso, con una fractura: requieren ingreso pero no por Covid". Son pacientes con Covid.
El segundo tipo de paciente es aquel que llega a urgencias con un cuadro que nada tiene que ver con el coronavirus. "Ninguno de los criterios de ingreso sugieren que esté contagiado", dice el coordinador, "pero al hacerles la PCR obligatoria que se requiere para el ingreso resultan positivos". Son pacientes con Covid.
Por otro lado, están aquellas personas que ya están ingresadas en el hospital por cualquier otra patología y, "bien sea por un contacto con una de las visitas o porque llegaron a urgencias todavía en periodo de incubación", acaban dando positivo unos días después del ingreso. Son pacientes con Covid.
Por último, están los pacientes que ingresan por Covid, que representan un porcentaje mínimo del total de ingresos del hospital. "Estas personas son gente no vacunada o gente con factores de riesgo que tienen tendencia a desarrollar cuadros más graves de la enfermedad", asegura Turnes. De hecho, hace especial hincapié en los no vacunados, "porque hablamos de un 6% del total de los gallegos que no han recibido la vacuna, pero un 50% de los ingresados de la última semana en Pontevedra: el porcentaje es muy alto". Estos pacientes son los que presentan una sintomatología más significativa o, en algunos casos, incluso desarrollan cuadros graves de la enfermedad.
Un espacio para la esperanza
El doctor Turnes es conservador con cada afirmación y afirma que hay que tener mucha cautela a la hora de interpretar todas estas cifras. "Todavía hay demasiadas variables de incertidumbre para hacer una estimación real, pero podemos confirmar la tendencia del descenso de hospitalizaciones y de la sintomatología cada vez más leve", dice.
Como miembro del comité clínico que asesora a la Xunta, además, asegura que las restricciones de protección individual no deben abandonarse todavía. "No sabemos cómo continuará esta ola porque la única referencia que tenemos es Sudáfrica y nuestras poblaciones no son comparables, en Europa estamos viendo que el descenso de casos no es tan exponencial como el aumento".
No obstante, desde el área sanitaria de Vigo también afirman que la tendencia indica que continuarán descendiendo los casos y que los pacientes presentan cada vez menos síntomas. "Es algo que se está viendo ya en toda Galicia", dice Turnes, "pero esta ola nos está demostrando que vamos a tardar más en ver el reflejo de descenso de casos en las hospitalizaciones".
También hay que tener en cuenta, explica, que la imagen de casos activos "no es tan fiel como en olas anteriores: ahora no podemos saber si los autodiagnósticos que se comunican a Sanidade son todos los autodiagnósticos que existen", pues puede que haya personas que no comuniquen su positivo a las autoridades sanitarias. "De todos modos", asegura, "cuanta más gente se contagie diariamente, menos población será susceptible de infectarse más adelante, porque prácticamente no hay reinfecciones".
Lo que sí confirma rotundamente es que los cuadros de ómicron son mucho más leves que los de otras variantes y eso se refleja en las cifras de las UCI, por ejemplo. "Ahora mismo, la mayoría de los pacientes de la UCI del CHOP ingresaron por delta hace semanas: son ingresos largos, con sintomatología más grave y en personas que ya presentaban factores de riesgo o que no estaban vacunadas".
Con cautela y esperanza a partes iguales, Galicia comienza a sentir que el final de la pandemia está un poco más cerca y que, aunque el doctor Turnes confiesa que todavía desconocemos el ritmo al que pasará, "podríamos volver pronto a la normalidad en los hospitales".