Con la llegada del otoño en España, que tuvo lugar el pasado sábado 23 de septiembre a las 08:50 horas, comienza también la temporada de setas, puesto que, aunque estos hogos crecen durante todo el año, la recogida tiene lugar en los meses de otoño debido a que crecen de forma mucho más abundante.
En consecuencia, si estás pensando en hacer turismo micológico o micoturismo en Cantabria, te contamos cuáles son los mejores lugares para buscar setas en esta región del norte de España.
Los mejores lugares para buscar setas en Cantabria
Las setas, también llamadas callampas (del quechua kalama, k'allampa) son un conjunto de hongos con cuerpos fructíferos o esporocarpos en forma de sombrilla sostenida por un pedicelo, comestible o no comestible. Estas setas se clasifican en diversos órdenes de la clase Agaricomycetes de los basidiomicetos, pero también en los ascomicetos como en Leotiales, Poronia y Helvellaceae.
Las setas típicas son los cuerpos fructíferos de los miembros del orden Agaricales, cuyo género tipo es Agaricus y la especie tipo es la seta campesina, Agaricus campestris.
[Los mejores sitios para recoger setas en España]
Si quieres buscar setas en Cantabria, estos son los lugares a los que debes ir. Son muchas las zonas destacadas para practicar turismo micológico en esta región de España, pero principalmente los siguientes lugares son perfectos para buscar y recoger setas:
- Acebal de Abiada. Se trata de un bosque de acebos situado en la cabecera del Río Guares, en Abiada, una localidad del municipio español de la Hermandad de Campoo de Suso, perteneciente a la Comarca de Campoo-Los Valle.
- Valle de Liébana. Se trata de una de las zonas de aisladas de Cantabria y la riqueza de sus árboles propicia el crecimiento de los hongos.
- Saja-Cabuérniga. El Parque Natural Saja Besaya es un espacio natural protegido español situado en la comunidad autónoma de Cantabria que fue declarado parque natural en 1988. No es difícil encontrarse por la zona gran cantidad de setas.
- Monte Hijedo. Es una gran área boscosa del norte de España, situado entre la Provincia de Burgos y Cantabria. Se trata de una excelente zona para recoger setas.
[Este es el kit imprescindible para ir a recoger setas al monte]
Setas comestibles
Es importante distinguir las setas comestibles de aquellas que son venenosas o tóxicas. En consecuencia, la OCU nos proporciona la lista de las setas comestibles, ordenadas por según la intensidad de su sabor. Estas son las setas que debes conocer:
[¿Cuál es la diferencia entre un hongo y una seta?]
- Boletus
- Orona
- Setas de cardo
- Setas de San Jorge
- Angula de campo
- Colmenillas
- Rebozuelo
- Lengua de vaca
- Níscalo
- Parasol
- Cantharellus
- Trompeta de los muertos
- Llenegra gris
- Pie azul
- Pie violeta
- Senderuela
- Seta de brezo
- Falso Boletus
- Portobello
- Champiñón
- Falta seta de cardo
- Shiitake
- Epoki
- Shimeji
Cómo identificar si una seta es venenosa
A pesar de la dificultad que entraña identificar setas venenosas, te enseñamos algunos trucos y consejos para diferenciar las setas. Te recomendamos seguir esta guía en el campo acompañado de un experto en micología.
En todo caso, ante cualquier duda al respecto si una seta es o no comestible, utiliza el sentido común y la prudencia y no ingieras una seta de la cual no estés al 100% seguro de que no es tóxica, o acude a un experto en micología para comprobar la variedad del hongo y si es o no comestible.
1. A simple vista
Si eres inexperto todavía en el mundo de la micología y recolección de hongos, tu primer propósito será identificar setas venenosas. Por precaución, mejor que descartes cualquier hongo cuyo aspecto esté deteriorado por lluvias, heladas, por estar roto o por tener algún parásito. Las razones por las que debemos desecharlas en cualquiera de estos casos son:
- Aunque no sea venenosa, si están en mal estado no es aconsejable comerlas.
- Su aspecto ha sido alterado por agentes externos, lo que hará que su identificación se torne más complicada.
El principal problema para identificar setas venenosas es que, a veces, existen dos tipos muy similares, casi idénticas, pero una es comestible y otra venenosa. Es lo que ocurre por ejemplo con la Amanita muscaria y la Amanita caesarea; la primera es tóxica mientras que la segunda es inofensiva, pero el aspecto es muy parecido.
También sucede esto con las diferentes especies que conforman la familia de los boletus. Y por último, ten mucho cuidado con el tamaño, que no guarda relación con la toxicidad. De hecho, hay setas muy pequeñas con potentes venenos en su interior.
2. Color y aroma
Las setas y hongos pueden encontrarse en multitud de formas, colores y tamaños. De hecho, si andas por el bosque y encuentras alguna, puede que te resulte familiar y pienses que has encontrado algún tipo de seta comestible de las más comunes, como níscalos, seta cardo, boletus, o champiñones.
Sin embargo, antes de cogerla debes estar seguro de que no son setas venenosas por mucho que se parezcan a las comestibles. Para ello, puedes fijarte en estos detalles para identificar setas venenosas:
Cuidado con los colores llamativos como el rojo, verdoso y anaranjado fuerte, porque con toda seguridad serán setas tóxicas, y son tan llamativas como peligrosas. Si encuentras una seta con estos tonos, mejor que no la recolectes.
Otro de los trucos y consejos para diferenciar las setas comestibles de las tóxicas es fijarte en el tallo al recolectarlas o cuando vayas a cocinarlas. Si este cambia de color y adopta un tono azulado o suelta un líquido lechoso no la comas, es probable que sea venenosa.
Además, si una seta desprende un olor desagradable o similar a algún compuesto químico, casi con total seguridad no será comestible.
3. Láminas, volva y anillo
Estos tres elementos que reconocerás con facilidad suelen aparecer en muchas clases de setas venenosas, sobre todo en algunas de la familia de las amanitas. Por ello conviene fijarse en estos tres elementos:
Debajo del sombrero se encuentra el himenio, que es el lugar donde la seta guarda sus esporas. Cuando recolectes un hongo dale la vuelta y comprueba si el himenio tiene forma de láminas y si son blancas. En caso afirmativo descártala, se trata de una seta potencialmente peligrosa.
Fíjate también si aparece en el tallo uno o dos pliegues con forma de anillo, ya que es otro aviso de posible toxicidad.
Para terminar, recolecta el hongo en su totalidad en lugar de cortarlo a ras del suelo para poder ver el final del tallo. Ten en cuenta que muchas de las amanitas más tóxicas para el ser humano cuentan con un ensanchamiento en el extremo final de esa zona, es decir, la volva. Esto también puede ser un indicio de que esa seta es venenosa, así que si aprecias alguno de estos tres elementos, mejor no recolectes el hongo.
4. Velo
Para identificar setas venenosas puedes fijarte también en una especie de tela casi trasparente, como si de un ligero velo se tratase, en la zona del tallo o debajo del sombrero. Esto podría indicarnos que son setas venenosas.
5. Color de las esporas
El último de los trucos y consejos para diferenciar las setas es el color de las esporas. Te aconsejamos que lleves un pequeño trozo de papel o una cartulina cuando vayas a recolectar hongos. Así podrás ver con facilidad el color de sus esporas en el mismo momento de cosecharlos.
Para ello, cuando arranques la seta pon debajo del sombrero el papel o la cartulina y mueve un poco el hongo recolectado. Observa el color que sueltan las esporas, pues si es muy oscuro o presenta tonos rosados, podría ser tóxica.
Terminamos insistiendo en que antes de ingerir una seta la identifiques sin margen de error, pues tu vida y la de tu familia podría estar en juego. En caso contrario, es preferible renunciar a ella. Y cuidado con los trucos sin base científica, pueden ser peligrosos. Solo estos trucos y consejos para diferenciar las setas, así como los conocimientos micológicos acertados, garantizan una recolección segura.