Los estudiantes preparan la Selectividad durante muchas semanas, y aunque todo esté preparado para el día del examen, en ocasiones la falta de sueño o los nervios pueden llegar a jugar a una mala pasada y que uno, por lo que sea, no pueda acudir, ya sea por enfermedad o cualquier otro motivo.
Una pregunta frecuente entre los estudiantes es saber qué ocurre si llego tarde, me pongo malo o no puedo asistir al examen de selectividad, y es que esto le ha sucedido a más de una persona a la hora de enfrentarse a la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU).
Si te duermes el día de la prueba, debes saber que no existe justificación posible, por lo que en ese caso no tendrás más remedio que resignarte y comenzar a despedirte de junio para comenzara a preparar tu segunda oportunidad, en el mes de septiembre. Sin embargo, sí que existen otras razones de mayor importancia que no son responsabilidad del estudiante y que sí pueden justificar la ausencia a uno o varios de los exámenes de la EBAU.
Exámenes en horarios diferentes
En aquellos casos en los que la ausencia de un examen venga dada por causas ajenas al propio estudiante, será la organización de cada Comunidad Autónoma la que tenga que decidir al respecto, pero, por norma general, existe una gran sensibilidad por aquellas situaciones que no son responsabilidad del estudiante, y por esta razón es habitual que se trate de buscar una solución que provoque que haya un perjuicio mínimo para este.
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Para ello debe tratarse de imprevistos que impidan al alumno acudir a su cita con el examen, como puede ser el caso de enfermedades, indisposiciones o problemas físicos, como una gripe, una apendicitis, un cólico….
En el caso de verse afectado por alguno de ellos, el alumno debe contactar con los responsables de sus centros, que a su vez harán lo propio con los presidentes de los tribunales, para que sean ellos quienes tomen una decisión al respecto. En el caso de que se trate de una razón justificada, se permitirá al alumno hacer el examen en un horario diferente, minimizando así el perjuicio que este pueda sufrir como consecuencia de una causa ajena a él mismo.
No obstante, hay que tener presente que quienes opten por esta evaluación alternativa, no repetirán el examen de junio. Esto se debe a que la propia organización se reúne para preparar tres exámenes diferentes de cada asignatura, uno de ellos para la EBAU de junio, otro para la prueba de septiembre, y un tercero destinado a este tipo de situaciones, para que haya preguntas diferentes.
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Por otro lado, cabe tener en cuenta que, hay ocasiones en las que una persona padece una enfermedad que le imposibilita presentarse de nuevo a la prueba en los tres días de junio que se han dispuesto para este tipo de situaciones, por lo que en estos caso es posible que el tribunal decida que pueda hacer el examen en septiembre, pero que los resultados computen a efectos de admisión en la universidad con los del resto de estudiantes de junio, permitiendo de esta manera que puedan estar en situación de competir en las mismas condiciones que quienes realizaron la prueba en el mes de junio de manera ordinaria.
Causas dudosas
En lo que respecta a los retrasos, los despistes o la impuntualidad, la decisión depende de cada Comunidad Autónoma, si bien la recomendación general es que el estudiante se encuentre 30 minutos antes de la hora asignada al examen para distribuirse por el aula, peguen sus correspondientes pegatinas y presenten su DNI. Asimismo, hay quienes dan entre 10 y 30 minutos de cortesía, una vez comenzado el examen, para poder acceder al aula.
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En cualquiera de los casos, el examen no se alargará más de la hora prevista, por lo que todo alumno que haya entrado al aula tarde, tendrá que amoldarse y dispondrá de menos tiempo que el resto de sus compañeros para poder responder a las preguntas de la prueba.
Para cualquier duda al respecto del funcionamiento de este tipo de cuestiones, lo más aconsejable es contactar con los responsables correspondientes de cada Comunidad Autónoma, y sobre todo que se trate de descansar lo suficiente y llegar de manera puntual atodos los exámenes para no tener que lidiar con ninguna situación desagradable de este tipo.
Consejos para afrontar la prueba de la EBAU
De cara a afrontar la prueba de la EBAU hay una serie de consejos y recomendaciones a tener en cuenta para poder superarla con éxito y no verse traicionado por los nervios ni el cansancio:
- Antes de la prueba: antes de la prueba es importante utilizar la técnica de estudio que mejor te funcione, además de mantener una alimentación adecuada y dedicar tiempo al ejercicio para aliviar el estrés. Asimismo, se recomienda dedicar un tiempo para desconectar.
- La noche antes…: es importante dedicar las horas previas a la EBAU a descansar. En lugar de repasar, usa las últimas horas para preparar el material y descansar para mejorar tu concentración y reducir los nervios.
- Técnicas de relajación: llegar al examen tranquilo mental y físicamente es importante, por lo que es aconsejable optar por técnica de relajación, a través de ejercicios de respiración, de una relajación progresiva o la técnica de la afrontación.
- La mañana de la EBAU: la propia mañana de la prueba es recomendable desayunar bien y llevar algo de comida para media mañana. Asimismo, se debe mantener la calma y poner la máxima atención en las pruebas. Una vez en el interior del aula y con el examen encima de la mesa, se recomienda leer todas las preguntas y comenzar por aquellas que se saben.