El precio del aceite de oliva virgen extra en España se ha convertido en noticia recurrente por razones que inquietan a consumidores y productores por igual. El AOVE, ese elixir dorado que ha sido parte fundamental de la dieta mediterránea y un pilar de la gastronomía española durante siglos, se ha convertido en casi un objeto de lujo situándose ya en el umbral de los diez euros por litro. Sin embargo, en medio de esta alarmante situación, el presidente y consejero delegado de Deoleo, Ignacio Silva ha arrojado algo de luz sobre el precio del aceite.
En su participación en el Congreso Aecoc de Gran Consumo, Silva, cuya empresa es la propietaria de marcas de aceite de oliva como Hojiblanca o Carbonell, ha revelado que para este verano se estima un panorama más optimista. "No espero una subida de precios del aceite de oliva mayor ya, pero sí una relajación de precios a partir de junio", explica. Sin embargo, hasta entonces, los consumidores deben prepararse para seguir pagando precios elevados.
En su intervención en el congreso, Silva ha reivindicado el papel que tiene toda la cadena de valor del sector para contener el impacto de la inflación sobre los consumidores. "El valor de la tonelada de aceite de oliva se ha triplicado desde 2019 y, sin embargo, su precio en el supermercado no se ha multiplicado por tres", asegura. De hecho, según los datos del IPC del pasado mes de enero de 2024, en tasa interanual (enero de 2024 sobre el mismo mes de 2023), lo que más ha subido de precio es el aceite de oliva (+62,9%).
El CEO de la compañía ha explicado que la climatología jugará un papel clave en el precio, pues de llover lo suficiente en abril y mayo, "los precios podrían empezar a relajarse", ha explicado el directivo, que ha añadido que ese será el punto de inflexión que hará bajar los precios.
"He visto las cifras hasta febrero y si marzo se mantiene y no nos fastidia un calor extremo durante la floración, tenemos las condiciones para que los agricultores empiecen a bajar precios después del verano", asegura.
Otras alternativas
Sin embargo, ante estos precios tan altos existen otras soluciones, ya sean aceites de semillas, o grasas de origen animal (grasa de vacuno, manteca o grasas de cerdo), mantequilla... No obstante, no existe una única opción que sea la mejor, ya que la elección depende, en gran medida, del plato que se quiera cocinar.
Por ejemplo, para freír los expertos aconsejan aceite de girasol alto oleico, el aceite de oliva (refinado) o el aceite de orujo de oliva. Para la repostería, lo mejor es el de girasol, mientras que para hornear o asar, se recomienda utilizar mantequilla o margarina.