Las olas de calor que se han sufrido en las últimas semanas han hecho que los expertos tengan que salir al paso para aclarar si hay que abrir o cerrar las ventanas para acabar con el calor en casa y así poder hacer frente a unas temperaturas que no dejan de subir y que pueden llegar a provocar una gran molestia. Ante estos episodios de calor, cualquier truco es bueno para poder disfrutar de un mayor bienestar en el hogar.
¿Abrir o cerrar las ventanas?
Cuando llega el verano también lo hace el calor y dado que los termómetros llegan a marcar en algunos puntos de nuestro país temperaturas por encima de los 40 grados centígrados, es importante saber cómo poder hacer frente a esta ola de calor.
Ante estas sofocantes temperaturas refugiarse en el interior es una necesidad, siendo las casas el lugar en el que podemos estar a salvo de estas temperaturas, pero hay que tener cuidado y saber si hay que tener las ventanas abiertas o cerradas. Además, será necesario contar con sistemas que nos permitan mantener una temperatura apropiada.
En este sentido y para aclarar las dudas con respecto al estado de las ventanas, los expertos aseguran que durante las horas centrales del día se deben cerrar las ventanas y bajar las persianas. Cuando la temperatura exterior es mucho más alta que la interior, se trata de un paso imprescindible para evitar sufrir en exceso. Una vez llega la noche, la temperatura, por lo general, baja de forma considerable.
Abrir las ventanas es una buena forma, por lo tanto, de bajar la temperatura interior, provocando que el aire se renueve, algo imprescindible para poder asegurar el bienestar en la vivienda.
Por su parte, una vez llegadas las primeras horas de la noche, es aconsejable abrir las ventanas, ya que durante la madrugada suele haber más aire y se evita el calor extremo. Un punto a tener en cuenta es que se recomienda abrir las ventajas a pesar de que se disponga de un equipo de aire acondicionado, ya que así el aire podrá entrar para renovarse. Así, será posible disfrutar de una mayor sensación de bienestar en el hogar en los días más complicados del verano.
Trucos para evitar el calor en casa
Existen una serie de trucos adicionales que se pueden tener en cuenta para poder superar la ola de calor de la mejor forma posible, entre los cuáles podemos destacar los siguientes:
Hielo delante del ventilador
Cuando llegan las altas temperaturas, en muchas ocasiones no tenemos más remedio que hacer uso de los ventiladores para poder combatirlas. Sin embargo, en algunas ocasiones no es suficiente con el chorro de aire que este emite, pero existe un sencillo truco para que nos aporte más frescos que es el de colocar hielo delante del ventilador.
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Con este truco se refresca el aire que circula por la habitación, siendo suficiente con colocar un cuenco con un poco de agua y unos cubitos de hielo a unos 20-30 centímetros del ventilador, e ir renovando el hielo cada cierto tiempo.
Vaporizador de agua fría
Otro truco sencillo es el de hacer uso de un vaporizador de agua fría. Para ello es suficiente con tener un pequeño bote vaporizador, que se llena de agua y se mantiene siempre frío en el frigorífico. De esta forma, cuando tengas mucho calor, puedes pulverizar un poco la habitación para refrescarla, siendo ideal para hacerlo antes de acostarse.
Bolsas de agua fría
Durante el invierno son muchas las personas que recurren a bolsas de agua caliente para meterse en la cama y que esta tenga el calor suficiente como para poder hacer frente a las bajas temperaturas. En el caso del verano, podemos usarlas precisamente para lo contrario, llenando bolsas de agua fría.
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De esta forma, podrás introducirlas en la cama antes de ir a dormir y moverla de un lugar a otro, para que así refresque diferentes partes de la cama. Además, usar sábanas de 100% algodón para dormir también puede ser un buen consejo para poder hacer frente al calor.
Moja el suelo de vez en cuando
Entre los pequeños y sencillos trucos que podemos poner en práctica para conseguir que el ambiente de nuestro hogar proporcione mayor frescor se encuentra el de pasar la fregona de vez en cuando, siendo esta una forma muy económica de refrescar la vivienda. Además, si cuentas con jardín o terraza, cuando se vaya el sol, podrás regar y refrescar así todo el espacio.
Rodéate de plantas húmedas
Las plantas con un follaje tupido necesitan de un riesgo frecuente y se encargan de purificar el aire y aportar frescura. De esta forma, si te rodeas de este tipo de plantas te notarás más fresco, sobre todo después de regarlas. Además, también puedes pulverizar periódicamente agua sobre sus hojas.
Usa tejidos ligeros y claros
Además de todas las recomendaciones anteriores, es aconsejable que uses tejidos ligeros y claros, tanto en la ropa de cama como en las cortinas. En estas últimas estos tonos y tejidos contribuyen a evitar que se concentre en las mismas la radiación solar.
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Lo mismo se aplica a la ropa de cama, donde es preferible optar por tejidos suaves, sobre todo el algodón, que transpira mejor, si bien el lino y la gasa también aportan mucha frescura.