El bonito pueblo español donde Michael Douglas ha celebrado su cumpleaños: una joya única en la sierra

España es uno de los destinos más elegidos por los extranjeros. De hecho, este año está previsto que se rompan todos los récords, puesto que se calcula que llegarán cerca de 91 millones de turistas internacionales, según un informe del 'Barómetro Turístico' elaborado por Braintrust.

Nuestro país es también uno de los lugares preferidos de las celebrities internacionales. El rico patrimonio cultural, la gastronomía y el clima, entre otros motivos, hacen de España uno de los destinos favoritos de los famosos. Este es el caso del actor estadounidense Michael Douglas, quien ha elegido una localidad española para celebrar por adelantado su 80 cumpleaños.

El pueblo escogido por Douglas para festejar su cumpleaños ha sido, nada más y nada menos, que Valldemosa, en Mallorca. El actor estadounidense decidió unirse a la celebración que la localidad dedica todos los veranos a sus octogenarios. "Estoy celebrando mi ochenta cumpleaños, con toda esta gente", dijo en un vídeo que subió a sus redes sociales.

El actor de Hollywood, que cumplirá 80 años el próximo 25 de septiembre, participó el pasado lunes en los festejos de la gent gran (personas mayores), unas fiestas populares de la localidad isleña en las que se hace un homenaje a los octogenarios con bailes regionales, conciertos y una comida en una larga mesa con distintos platos típicos de la zona.

La estrella de cine no dudó en mezclarse con los residentes de Valldemosa, un bonito pueblo en el que lleva 34 años veraneando. Y es que el actor tiene una mansión frente al mar en el complejo S’Estaca, que cuenta con ocho edificios separados y comparte con su mujer, la también actriz Catherine Zeta Jones.

Qué ver en Valldemosa

Valldemosa cautivó hace más de 30 años a Douglas. Y no es para menos. El municipio, de unos 2.000 habitantes, está situado al noroeste de la isla de Mallorca, en la comarca de la Sierra de Tramontana, y a solo 17 kilómetros de Palma, la capital. Se trata de uno de los destinos turísticos más populares de la isla por su gran belleza natural y su rica historia.

El pueblo tiene raíces que se remontan a tiempos prehistóricos, aunque fue durante la época de la dominación musulmana cuando la localidad empezó a tomar forma. De hecho, si visita Valldemosa no se puede perder el Museo Municipal, que ofrece una visión de la historia local y alberga una colección de arte y objetos históricos.

Calle de Valldemossa. iStock

Valldemosa está rodeada de un impresionante entorno natural. Situado en la Sierra de Tramontana, ofrece paisajes montañosos espectaculares, con frondosos bosques y vistas panorámicas del mar Mediterráneo. El pueblo se encuentra a unos 7 kilómetros del puerto de Valldemossa, su playa más cercana.

Uno de los aspectos más característicos de esta localidad mallorquina son sus callejuelas empedradas. Y es que Valldemosa está llena de estrechas y empedradas calles que serpentean entre casas de piedra decoradas con macetas de flores y donde los turistas paran a fotografiarse. 

Cartuja de Valldemosa. iStock

Uno de los lugares más emblemáticos de Valldemosa es la Real Cartuja, un antiguo monasterio fundado en el siglo XIV. Se trata de un edificio famoso por, entre otros motivos, haber alojado al compositor polaco Frédéric Chopin y a la escritora francesa George Sand durante el invierno de 1838-1839. El complejo incluye también el Palacio del Rey Sancho, una iglesia y unos jardines.

Otros puntos imprescindibles de Valldemosa son la iglesia gótica de Sant Bartomeu, dedicada al patrón del pueblo, y la Casa de Santa Catalina Thomàs, en honor a la única santa nativa de Mallorca, nacida en la localidad. De hecho, algunas fachadas de las casas cuentan con pequeños azulejos con escenas de la vida de esta santa. Tampoco puede perderse los distintos miradores desde donde se puede disfrutar de vistas espectaculares del entorno.

Valldemosa cuenta con importantes festejos. Por un lado, la festividad de la Beata, que se celebra en el mes de julio en honor a Santa Catalina Thomàs, con procesiones y eventos religiosos. Por otro, los distintos conciertos que tienen lugar en la Cartuja en honor a Chopin, que atraen a amantes de la música clásica de todo el mundo.

Para sumergirse en las tradiciones de este pueblo mallorquín debe pasear por su calle principal, Vía Blanquerna, donde se concentran la mayoría de bares y restaurantes y puede probar la coca de patata o platos típicos como el tumbet (un guiso de verduras), el frito mallorquín (un plato de carne con patatas y pimientos) y la sobrasada.