En España, más de 28.500 personas se encuentra en situación de calle involuntaria, acorde a los datos arrojados por la Encuesta a las Personas sin Hogar del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2022. Esta cifra, apuntan desde distintas oenegés, podría elevarse hasta un 30%, pues no contabiliza a quienes viven en la calle de forma permanente, sino solo a los que acuden a los centros de atención establecidos.
Entre las problemáticas a las que se enfrentan aquellas personas que no cuentan con un techo para resguardarse cada día están sufrir las inclemencias meteorológicas, ser víctimas de distintos tipos de violencias o encontrar numerosas dificultades para cuidar de su salud. A esto cabe sumarse la imposibilidad de asearse con regularidad, además de disponer de ropa limpia con la que poder cambiarse.
Es el caso de Agustín, uno de los usuarios del Programa de Higiene y Vestuario del Centro de Acogida San Juan de Dios en Málaga. "Por problemas personales no disponía de un lugar para adecentarme y poder lavar mi ropa. Gracias a una persona conocí el programa y pude solucionar mi situación. Me daba vergüenza ir por la calle así, también a la hora de buscar trabajo o ir a la compra, por lo que pudieran pensar de mí".
Uno de los momentos de inflexión para potenciar el programa fue la pandemia provocada por la Covid-19, la cual agravó la crisis habitacional existente. "Jugando la higiene un rol tan importante, nos planteamos abrir un servicio de lavandería gratuita, pero nos faltaba la financiación para comprar el equipamiento. Entonces, conocimos de la convocatoria de Ayudas Sociales de la Fundación Mutua Madrileña", explica José Luis Fuentes Valdés, director gerente del Centro de Acogida San Juan de Dios.
Y no dudaron en presentarse. Desde entonces han transcurrido dos años del momento en el que dio comienzo esta andadura solidaria, que ha dignificado la vida de muchas personas. El caso de Agustín es un ejemplo entre tantos. "Ellos me ayudaron a poder lavar mi ropa e ir decentemente. Ahora no me da vergüenza ir por la calle, dejar mi curriculum y entrar a las tiendas", continúa narrando con valentía su experiencia personal.
Una razón de ser
El Centro fue uno de los 36 beneficiarios de las ayudas a proyectos de acción social que otorgó la Fundación Mutua Madrileña en 2022. Con este pudieron impulsar no solo la lavandería solidaria, que lleva funcionando desde 1991, sino también lo referido a la higiene personal. "Todo esto ha pasado a formar parte de la oferta integral de servicios del Programa de Higiene y Vestuario del Centro, para mejorar las condiciones de vida de las personas en situación de sin hogar", cuenta Fuentes.
En este sentido, el director gerente del Centro señala que es muy importante "tener en cuenta que las personas en situación de sinhogarismo se encuentran en el último escalafón social". Y es que vivir en la calle empeora significativamente su estado de salud física y mental. Por estos motivos, añade, "requieren de mucho apoyo para afrontar esta dura situación y tratar de superarla" y así normalizar su vida.
Una gran acogida
Desde el Centro señalan que los servicios han tenido una gran acogida y así lo avalan las cifras. "Hemos realizado más de 500 atenciones solo en 2023", apunta Fuentes. Y es que el proyecto está creciendo más allá de la comunidad del Centro, convirtiéndose en una iniciativa que está repercutiendo en toda Málaga a través de alianzas como la establecida con la Agrupación de Desarrollo para la Atención a Personas sin Hogar", detalla.
Y para hacer posible que el programa se sostenga en el tiempo, han contado, además, con el soporte financiero del Área de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Málaga para la contratación de personal que pueda atender el programa. "Esto ha significado un salto cualitativo. Nosotros tenemos la máxima de estudiar la viabilidad de los proyectos antes de solicitar la financiación", continúa.
En esta misma línea, uno de los principios básicos de su accionar se encuentra en el hecho de que todas las atenciones que prestan son de carácter gratuito. "Somos exigentes y nos gustaría ampliar nuestras atenciones, pero esto tiene un coste y ahora mismo hacemos lo que podemos", cuenta Fuentes. Su gran acogida también se debe gracias a la localización estratégica del Centro, que se encuentra ubicado en el centro de la ciudad andaluza.
"Esto facilita la accesibilidad a este servicio por parte de las personas sin hogar. Ahora en el mismo lugar pueden ducharse, cambiarse de ropa y contar con el apoyo de profesionales que van a orientarles sobre cómo superar la situación de estar en la calle", dice. De esta manera, historias como la de Agustín hacen que todo el trabajo que desempeñan en el centro de acogida cobre sentido y sirva de impulso para seguir en la búsqueda de esas alianzas que cambien vidas.