Con la llegada del verano y las altas temperaturas es difícil pensar en realizar un trayecto al trabajo en coche o un viaje largo por carretera sin hacer uso del aire acondicionado. Sin embargo, aunque nos parezca algo más que habitual hoy en día, lo cierto es que hasta 1940 no empezaron a fabricarse los modelos que incluían la opción de enfriar nuestro vehículo. De hecho, todavía hay algunos que tienen que recurrir al truco de bajar la ventanilla al no contar con esta herramienta que se ha convertido en algo en más que indispensable hoy en día.
La subida del precio de la gasolina se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de los españoles este último año. Por ello, son muchos los que han buscado todo tipo de trucos para conseguir ahorrar al máximo en los repostajes o consumir la menor cantidad de combustible posible. Y con la llega del verano, llega la eterna pregunta: ¿cuánta gasolina gasta poner el aire acondicionado de tu coche?
Pues bien, según algunos estudios, el aire acondicionado en los vehículos en marcha podría gastar entre 0,2 litros y 1 litro de gasolina por cada 100 kilómetros. Esto se debe principalmente a que, a diferencia de lo que ocurre con la calefacción, el aire acondicionado usa un compresor acoplado a la correa que le permite funcionar. Eso sí, consumir más o menos dependerá de factores como la temperatura exterior o la intensidad a la que lo pongas en tu vehículo.
Debido a este motivo, son muchos los conductores que prefieren reducir el uso del aire acondicionado con el objetivo de ahorrar así más combustible. Sin embargo, lo que quizás desconozcan es que existe un truco que permite ahorrar combustible y que está muy relacionado con el uso del aire acondicionado y la calefacción en los trayectos por carretera.
El truco no es otro que apretar el botón de recirculación del aire. Cuando encendemos el aire acondicionado del vehículo, lo que este hace es coger el aire del exterior o del interior para refrigerarlo. Cogerlo del exterior supone un mayor esfuerzo que cuando el aire viene de dentro. Por ello, si se pulsa el botón de recirculación de aire lo que hace es que el coche coja el aire de dentro y, por lo tanto, poco a poco vaya reduciendo los grados de temperatura.
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De este modo, se consigue ahorrar combustible inmediatamente. Por ejemplo, si realizamos un viaje largo en una hora central del día como puede ser las 14:00, que es cuando más calor hace, el consumo de combustible podría reducirse en un 20%. Es decir, si el coche consume una media de 8 litros por cada 100 kilómetros, la cifra de consumo de gasolina podría reducirse a 6.
Y no solo eso. Además, hay que tener en cuenta que en zonas de ciudad el ahorro podría ser incluso mayor debido al calor que desprende el asfalto y al aumento de combustible inherente.
¿Cuánto dura el aire acondicionado de un coche?
Según los cálculos realizados por los expertos, el aire acondicionado de un coche puede llegar a tener una duración de dos años. Y es que, como cuenta con un circuito cerrado, no debería ser necesario realizar una recarga, a no ser que se produjera algún tipo de avería. De todos modos, los conductores deben tener en cuenta algunos factores: si se descarga antes o el aire no funciona como debe, hay algo que no está funcionando correctamente. Esto puede ser una señal de que haya una fuga o avería.
Para recargar el aire acondicionado se necesita una estación de carga que se programa en función del modelo del coche. Con esta acción se limpian e hidratan los conductos para evitar que se humedezca el circuito y obtener así un aire puro y limpio. El precio de esta acción suele rondar en torno a los 100 euros.