El uso de los móviles por parte de los menores siempre ha sido un tema candente, pero desde que han surgido voces que abogan incluso por su prohibición el debate se ha instalado definitivamente en la sociedad. En este contexto, el divulgador, diseñador y profesor universitario Daniel Sánchez-Crespo ha querido enumerar diez consejos para encauzar una gestión saludable de los teléfonos por parte de las familias, partiendo de la base de que prohibir no parece que sea la solución para nada.
Director general de Novarama, un popular estudio de videojuegos, Sánchez-Trigo es conocido también por sus hilos en la red social X y por los libros que ha publicado, entre los que está Pensar más, pensar mejor, con técnicas para razonar y resolver problemas. El profesor ha dedicado tres capítulos a cuestiones relacionadas con el uso del móvil, como el tiempo que dedicamos a las redes sociales, y este punto de partida le ha servido para iniciar este hilo que tantos aplausos está cosechando.
Asegura que no está de acuerdo con los padres que piden una prohibición, cuando no todo el mundo tiene problemas con el uso del móvil y sus hijos, por eso ha querido "hacer pedagogía" y comentar estas "diez formas de controlar a su hijo y el móvil". En primer lugar, ha querido explican que el problema no es el teléfono en sí, sino algunas aplicaciones, confiando en que su experiencia sirva de ayuda para familias y centros escolares:
En primer lugar, incide en que es básico que los adultos establezcan autoridad sobre sus hijos porque "intentamos ser coleguitas de nuestros hijos" y es "una cagada enorme de la educación moderna":
Después, enumera que en su caso el móvil llegó cuando sus hijas tenían 12 años y "es un premio que conlleva unas normas de uso", no se debe dar a los críos para que hagan lo que les da la gana:
Tampoco deja que tengan nada instalado que no le hayan instalado los adultos, algo fácil de conseguir con los sistemas de seguridad y aprobación de los dispositivos:
En su caso, recomienda prohibir móviles en la habitación y después de cenar, "por la noche, se quedan en el comedor cargándose", y también sería positivo no usarlo durante comidas o cenas:
En quinto lugar, aconseja que no tengan redes sociales porque "hacen más mal que bien":
Después, enumera que el móvil debería servirles para llamar, usar la cámara, el WhatsApp, una versión capada de YouTube, el Google Maps y poco más:
Valora asimismo que se fomente el autocontrol y se retire el móvil si los niños no cumplen con su parte del trato:
"Los móviles son adictivos", recuerda, afirmando que habrá que ir regulando nuevas aplicaciones con la edad y su iniciación en las redes sociales:
Incide en que no haya móviles en el colegio, ni siquiera en el patio o a la hora de comer:
Finalmente, defiende que todo se haga con pedagogía, sin "demonizar" y "acompañando" en el proceso a sus hijos:
Reflexiona Sánchez-Crespo al finalizar su hilo que los móviles son "una herramienta tremendamente útil en el proceso de desarrollo de un adolescente", por eso no deberían prohibirse. Recuerda que pueden llevar su abono transporte, aprender cosas con Wikipedia u orientarse en la ciudad: "Confunden los móviles con algunas redes sociales", insiste, pidiendo una reflexión a las familias.