Casi quince días después de que la Selección Femenina de Fútbol se proclamase campeona del mundo continuamos hablando del hecho que empañó la celebración: el beso forzado de Luis Rubiales a Jenni Hermoso. El ya suspendido presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) agarró a la jugadora por el rostro y le plantificó lo que para él fue "un piquito", según sus propias declaraciones en la asamblea del organismo, formuladas antes de atrincherarse en su puesto.
Han corrido ríos de tinta desde entonces y surgido expresiones artísticas de todo tipo en apoyo a Hermoso, contando desde ahora también con un mural pintado en la Estación de Sants, en Barcelona. El artista es Diego Ojeda, más conocido como Nadiemedicearte, y ha querido recrear bajo la pátina de la crítica el gesto de Rubiales. Así, no ha reproducido el beso no consentido a la jugadora, sino que ha puesto al famoso exboxeador Mike Tyson recepcionándolo.
Consigue así el artista que tomemos perspectiva sobre el asunto, planteándonos por qué es una mujer y no fue un hombre el que recibió el beso y, por supuesto, la respuesta de Tyson con otro mordisco como el que le había dado a su contrincante arrancándole la oreja. "Se ha demostrado lo calado que está el machismo y la cultura misógina en todas las capas de la sociedad, esto pide medidas profundas", ha reflexionado el artista en su Instagram.
"Paren ya"
"Muchas personas me han alzado la mano diciendo que es más que normal y común este tipo de actitudes dentro del trabajo, en ambientes en los que el abuso de poder se enmascara de inocencia y disentimiento", ha añadido Diego Ojeda en su texto, pidiendo que "paren ya". Ha compartido un vídeo de su obra, realizada durante las fiestas de Sants en el Carrer Vallespi Baix, como él mismo ha especificado:
Además, en un segundo post, donde expone una foto, se pregunta si Rubiales "¿lo habría hecho con Iniesta o Carvajal?":
En uno de los comentarios, una usuaria le ha trasladado que "no comparto la idea de que una imagen de una agresión sexual pueda ser reproducida una y otra vez por los medios", pidiendo "sensibilidad" porque "una mujer está siendo agredida y ella y su familia no paran de verlo". El artista ha aclarado que la obra "no tiene la intención de exaltar una agresión, sino poner en evidencia que ante un atleta masculino él jamás tendría la misma actitud de abuso de poder y de agresión", añadiendo que "es para hacer reflexionar a los más incrédulos de lo real y tangible que es esta realidad en muchos ambientes de trabajo".