Le pareció que sería gracioso besar a una mujer sin su consentimiento. No le importó no haber obtenido previamente su permiso ni tampoco que estuviese trabajando, que miles de personas viesen el momento al otro lado de sus pantallas. Es más, se diría que eso fue lo que más gracia le hizo al tipo el impulso final para dar rienda a su acoso. Ocurrió este pasado viernes en los aledaños del estadio de Mestalla, en Valencia, donde se disputó un amistoso entre las selecciones de fútbol de Colombia e Irak.
Un amistoso que acabó 1-0 para los colombianos y que de amistoso tuvo poco, al menos en las gradas, donde se pudo ver una auténtica batalla campal entre un grupo de aficionados que llegaron a lanzarse sillas. Antes del comienzo, la periodista Gemma Soler, presentadora de Gol TV y corresponsal de ESPN, estaba junto a un grupo de aficionados de Colombia haciendo en directo una crónica de ambiente cuando uno de ellos se acercó para intentar besarla.
El hincha se aproximó para tratar de darle un beso a la fuerza del que la reportera catalana se zafó como pudo mientras siguió con gran profesionalidad narrando y mirando a cámara: "Podemos ver gesto de alegría...", estaba diciendo cuando sufrió la agresión, tras la que continuó lamentando que "bueno, aparte de alguno un poco impresentable, la mayoría tienen muchísimas ganas de festejar y vivir este primer amistoso". El fragmento no tardó en llegar a Twitter:
La propia Gemma también lo compartía tiempo después, trasladando que "si alguien conoce al impresentable, le dicen de mi parte que la próxima vez que tenga ganas de dar un beso sin consentimiento se amorre a un vertedero de estiércol":
Tras la reacción de la periodista, los gestos de apoyo no se han hecho esperar y una gran mayoría de compañeros y tuiteros anónimos han querido trasladarle buenos deseos:
Desde ESPN han lamentado lo sucedido con su compañera, avanzando que están estudiando acciones legales:
El caso de Gemma no es el único, lamentablemente. De hecho, uno de los más sonados en España es el que sufrió Raquel Guillán, de Radio Televisión Canaria, a cuyo acosador condenaron al pago de una multa de 2.410 euros y la pena de no poder acercarse a ella a menos de 300 metros en 16 meses.