El cantante Pitingo ha anunciado que no hablará más de política en sus redes sociales. Así lo ha trasladado desde su cuenta de Twitter, publicando en un comunicado que el temor a las represalias está detrás de su decisión, especialmente al recordar que hace años ya le habían amenazado en España con "hacer daño a nuestro hijo". Después de semanas con una intensa actividad tuitera e involucrado en polémicas con Héctor de Miguel, el onubense habría decidido colgar los guantes antes de regresar a nuestro país para su gira.
El posicionamiento público de Pitingo en cuanto a política ha ido creciendo en los últimos años hasta que en la actualidad ya es más fácil saber a quién vota que el nombre de su último disco. Es decir, la exposición del cantante en las redes no la ha venido empleando como un mecanismo de promoción, sino como una suerte de metralleta que disparaba a todo lo que no estaba a la derecha. Antes de 2018, el artista era conocido solo por sus versiones aflamencadas, amado y odiado por ellas, pero ahora todo ha cambiado.
En aquel año, Pitingo dijo públicamente que había cancelado un concierto en Barcelona por el 155, que había perdido 18.000 euros y que le comieron "los independentistas". Sin embargo, no fue hasta la pandemia cuando su Twitter se convirtió en una tribuna: "Ya estamos cansados de estos proetarras y comunistas", dijo en uno de sus primeros ataques al Gobierno de Pedro Sánchez, que le valieron no pocos zascas. Amenazó entonces con no callarse y no lo hizo, cada pocos meses volvía al trending topic por alguna polémica declaración.
"Hacer daño a mi hijo"
Entre las últimas, aquel tuit en el que decía que Sánchez es "malo" y que vendría de Punta Cana para votar y echarlo; pero poco después, Héctor de Miguel lo puso en la diana al compararlo con Txapote y darle munición para extender sus discursos durante estos días. Ahora, después de esta sobreexposición, ha relatado que "hace tres años nos amenazaron en España con hacer daño a nuestro hijo":
"Denunciamos, tuve que ponerle escolta para ir al colegio durante dos meses y la Policía nunca dio con la persona que nos amenazó", ha explicado en su carta, confesando que su mujer le ha pedido que pare de hablar de política porque "tengo miedo de ir por la calle y que nos hagan algo". Afirma que ha tratado de calmarla, que la entiende y que les pide perdón a ambos "porque me han defendido y se han enemistado con personas que les han dicho burradas de mí".
"Ojalá el tiempo calme todo este revuelo de odios y nos respetemos como toda la vida, con nuestros más y nuestros menos, pero sin odios", ha pedido ahora Pitingo tras su conversión, agradeciendo a sus seguidores el apoyo, "pues no han sido unos años fáciles y hemos sufrido todo tipo de insultos, señalamientos, vetos y campañas de desprestigio". Ha pedido también comprensión porque no quiere su familia "tenga miedo por culpa de mis arranques y de no callarme ante nada ni nadie".
Aplausos y dardos
Entre las reacciones al comunicado de Pitingo, muchas han clamado contra el "acoso" sufrido por el cantante, enarbolando la bandera de la libertad de expresión y cargando tintas contra la "censura" de la izquierda de Twitter, mientras que aquellos que han tenido más de un encontronazo con él se han quejado de que ahora se instale en la posición de "víctima":
Pitingo, como suele hacer, ha ido respondiendo a muchos de los mensajes, esta vez sin insultar a nadie y repartiendo besos, abrazos y corazones a diestro y siniestro. Ha defendido que no es "victimismo, no soy de esas personas", asegurando que "si te llaman al teléfono de tu mujer y le dicen lo que le dijeron, harías lo mismo que yo". Además, ha confirmado que no quiere señalar a la izquierda en su comunicado y que nunca sería capaz de usar algo tan grave como las amenazas a un hijo para promocionar la gira de 35 conciertos que dará en España y que anunciará próximamente.