Imagen habitual en los albores del verano: una localidad playera ofrece actuaciones en bares que dan a la calle. La parroquia corea con un vaso en la mano, baila desenfadada y jalea lo que suelen ser versiones de temas conocidos. Todo en sus sitio para una jornada soleada y feliz. Hasta que llega lo imprevisto. ¿Un flechazo, un guiño, una alteración meteorológica?
No, en este caso la taquicardia es distinta: los autores de la canción que está sonando pasean por la zona. Se quedan mirando, caminan tranquilos y, de repente, llegan hasta el micrófono. Ante el pasmo del grupo en cuestión y de los espectadores. La historia no se queda ahí: comparten miradas, dejan sus copas en el quicio del muro y se animan a interactuar.
La estampa se ha dado recientemente. Los personajes de los que hablamos, la banda llamada Cash Caravan y el famoso dúo Estopa. El lugar, el chiringuito La Caleta en Sitges, al lado de Barcelona. Mientras entonaban las primeras estrofas de uno de sus clásicos, Juan y David Muñoz han tomado la delantera y han continuado con ese estribillo que dice: "Pastillas del freno, a toda pastilla, abro una puerta negra, retumban mis oídos, la calle queda muerta...".
Con la banda acompañando, los hermanos de L'Hospitalet terminan el tema. El cantante de la otra banda dice "¡Ostia puta!" con asombro. Y el público, enfervorecido disfrutando de esa actuación improvisada. Y después de este tema, otro chute de adrenalina. Estopa inició 'Fuente de energía' como propina a esta ayuda altruista. "¡Qué grandes!", "buena gente" o "son inigualables" han sido algunos de los comentarios en redes a este súbito episodio.
Pero no es la primera vez que el grupo catalán sorprende a los viandantes. Hace unas semanas se les pudo ver en la Feria de Abril de Sevilla con la misma actittud. En una caseta de las fiestas, agarraron el micro de una banda que estaba con 'Como Camarón' y se partieron metafóricamente la camisa.
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También sorprendieron a un chico que celebraba su despedida de soltero. Mientras sus amigos le hacían cantar al novio 'Tu calorro' con los ojos vendados en un aeropuerto, el dúo se acercó al bar y esperaron la reacción al verlos. "¡Ostias!", gritó el chico. Los barceloneses le abrazaron y dijeron, irónicamente, que la sorpresa le había costado "una pasta" a los organizadores.
Otros arranques imprevistos
A este vídeo de Estopa se le complementan otras grabaciones de los últimos meses. Muy sonada fue aquel 'Soldadito marinero' que estaba cantando un artista callejero y que, sin esperarlo, se vio envuelto en un dúo con su autor, Fito Cabrales. Ocurrió en una céntrica esquina de la Gran Vïa de Madrid, y también fue registrada en redes.
Según se observa en el vídeo que circuló, Fito Cabrales se despide del cantante con un gesto muy comentado. Tras aquellos segundos también se alabó la actitud del antiguo miembro de Fito y Fitipaldis. "Sólo un grande como él se para con un músico callejero en Madrid para hacer esta maravilla", escribía un usuario. "Impresionante gesto de un gigante y respetado por todos y lo más difícil, también por los músicos... Y coge el maestro y se arrodilla agradecido hacia el chico. Eso habla de su alma de excelente persona", apuntaban.