Enmarcada en la conversión que Macarena Olona empezó a protagonizar cuando terminó su Camino de Santiago, ahora la exdiputada de Vox se ha convertido en una supervillana a ojos de aquellos que un día aplaudieron sus encendidas intervenciones en el Congreso de los Diputados. Ahora es la mala de la película por su drástico cambio de principios, al menos en apariencia, pasando de hablar de terminar con la ideología de género a defender la integración de las personas trans, por poner solamente un ejemplo.
En estos meses, Olona ha disparado a diestro y siniestro en su irreconocible perfil de Twitter, recibiendo un aluvión de insultos con cada tuit de los fieles a Santiago Abascal. Ahora, desde que publicó su salario el pasado 31 de enero, la abogada del Estado había permanecido callada hasta este sábado. "Mi última nómina antes de entrara en política", había escrito días antes, valorando que también compartió en su momento sus retribuciones como diputada y que daba "una rendición completa de cuentas a los españoles, es la transparencia que merecen, que merecemos".
Junto a sus palabras, una imagen de la banca electrónica mostrando una nómina mensual de 7.850,94 euros para demostrar que no está buscando "seguir viviendo de la política". Desde entonces, Olona parecía centrada en bajar el perfil en redes hasta su cambio de fotografía por una al más puro estilo pop art con facciones marcadas y en gama de amarillos, rosas y negro, que ha publicado en su cuenta y va camino de alcanzar las 300.000 reproducciones:
Como sucede con cada tuit de Olona, sus haters no han tardado en hacer acto de presencia para criticar lo que califican como "exceso de ego" de la exdiputada, entre otras lindezas:
No obstante, también ha habido muchas réplicas gráficas, entre ellas las que sugieren parecidos con los Simpson, Hulka o la Bruja del Oeste de El Mago de Oz:
Parece que a Olona le costará mantener un perfil bajo en las redes aunque le ponga empeño.