Los zascas a Rufián conforman un subgénero apasionante para La Jungla, pero quizás nunca habíamos rastreado uno con tanta contundencia como el que le ha asestado Albert Boada, nieto de uno de los alcaldes de Esquerra Republicana de Catalunya represaliado por el franquismo tras la Guerra Civil. El diputado catalán había tenido un recuerdo con él en el aniversario de su asesinato, pero su familia le ha recordado que su partido le negó hace cinco años un homenaje bastante más simbólico y duradero.
Celestí Boada i Salvador nació en Santa Coloma de Gramanet en 1902 y fue fusilado el 18 de octubre de 1939. Fue un campesino y político, militante de ERC y del sindicato de agricultores Unió de Rabassaires, que llegó a ser concejal en 1934 y después alcalde, entre octubre del 36 y mayo del 38. Considerado moderado por haber protegido a personas de derechas con el fin de evitar conflictos durante la Guerra Civil en la comarca, tras dejar la Alcaldía sirvió unos meses en la aviación del Ejército Republicano.
Un consejo de guerra sumarísimo lo condenó el 26 de junio de 1939 y finalmente fue fusilado en el Campo de la Bota, en San Adrià del Besòs, el 18 de octubre de ese mismo año. Por eso, coincidiendo con la efeméride, Rufián quiso recordar su asesinato a cargo de "los fascistas sublevados" después de que le hubiesen obligado a ver los fusilamientos de sus compañeros: "Era jornalero y alcalde de Santa Coloma por Esquerra Republicana. 83 años después no tiene ni una calle en la ciudad. Gobierna el PSOE", concluyó.
El obituario le había quedado bonito a Rufián, con la fotografía de Boada y ese reproche a los socialistas; sin embargo, no tardó en toparse con la respuesta del nieto del represaliado y que sus palabras tornasen al bochorno. Albert Boada, abogado de profesión, le ha acusado de "usar la memoria de mi abuelo para realizar campaña electoral", asegurando que se trata de un extremo "lamentable, demagógico y cínico", teniendo en cuenta que ERC "fue el único partido que se opuso a dar su nombre a una plaza del barrio del Bon Pastor de Barcelona".
Boada ha censurado que Esquerra se negó porque "había demasiados nombres de hombres" en el callejero de Barcelona: "Este es el nivel de respeto de ERC con los suyos. Corría el año 2018", ha recordado. Rememoró también que tuvo que enviarle una carta al presidente del grupo municipal, Alfred Bosch, para denunciar lo sucedido e incluso el periodista Quim Monzó escribió una columna al respecto en La Vanguardia que tituló La paridad y el papanatismo:
"Hasta la fecha nunca había mencionado a mi abuelo y ahora lo hace por electoralismo. Quo vadis, Esquerra? No todo vale", ha finalizado Albert Boada su hilo de réplica a Rufián. En efecto, en 2018 el grupo de ERC argumentó en aquella sesión plenaria del Distrito de Sant Andreu del Ayuntamiento de Barcelona que se oponía a "todos los nombres de hombre propuestos" porque estarían yendo en contra del acuerdo municipal de 2010 que vela por la paridad en el callejero.
No obstante, Rufián no se ha escondido en la inmensidad de Twitter y ha querido contestar que "efectivamente, no todo vale", añadiendo recortes de prensa y un tuit del propio Bosch en los que se constató la rectificación posterior de Esquerra Republicana en este tema:
Bosch reaccionó a las pocas horas de haber recibido la misiva del nieto de Boada, asegurando que había sido "un error que hay que corregir" y comprometiéndose a trabajar "porque Celestí Boada esté en la memoria y en el lugar que se merece en Barcelona y Santa Coloma". Finalmente, en mayo de 2019 el alcalde represaliado tuvo su plaza en el distrito barcelonés.