Aunque una parte de las nuevas generaciones había enterrado prematuramente a un hombre del que solo han oído hablar en los libros de texto, Mijaíl Serguéyevick Gorbachov fallecía este martes en Moscú a los 91 años tras una larga enfermedad. El último presidente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) fue uno de los líderes mundiales más populares de principios de la década de los noventa, cuando llegó a grabar incluso un anuncio de la estadounidense Pizza Hut junto a su nieta.
Adorado por Occidente y defenestrado por los puristas soviéticos, Gorbachov ha pasado a la historia por enterrar el hacha de la Guerra Fría con Estados Unidos y acercarse al modelo capitalista, sin haber sido capaz de mantener viva a la URSS ni al gobierno comunista a pesar de sus reformas. Su perfil chocaba contra el inmovilismo imperante en el partido comunista ruso de la época, hasta el punto de acceder a colaborar con empresas estadounidenses en campañas publicitarias.
Su fallecimiento ha reflotado en primer lugar el spot que grabó para Pizza Hut, la cadena de comida rápida que había abierto su primer establecimiento en Rusia en 1990. Fue siete años después, en 1997, cuando a Gorbachov le pagaron un millón de dólares que él destinó a su fundación. En las imágenes se le ve junto a su nieta, Anastasia Virganskaya, caminando por la plaza Roja de Moscú antes de entrar en el local para degustar una pizza.
Pizza Hut y Louis Vuitton
Allí sorprendió a los presentes, que no tardaron en identificarlo e iniciar un debate sobre el legado que había dejado en el país, haciendo visible la brecha social real que existía históricamente sobre tu persona. Una anciana es la que acaba la discusión recordando que los rusos tenían "muchas cosas gracias a Gorbachov", entre ellas la comida rápida de las grandes multinacionales: "A veces nada une a la gente como una buena pizza caliente de Pizza Hut", decía el spot que ha recordado, entre otros, la periodista Almudena Ariza:
Fue la agencia BBDO la que obró el milagro de convencer a Gorbachov para salir en aquel anuncio, que se emitió durante 1998 en todo el mundo. No obstante, no fue su única incursión en la publicidad. De hecho, en 2007 protagonizó otra aparición en la campaña de Louis Vuitton. Salía el exmandatario sentado en el asiento trasero de un coche, mirando los restos del Muro de Berlín que él mismo ayudó a derribar y una bolsa de viaje de la casa de modas a su lado:
"Un viaje nos pone cara a cara con nosotros mismos", decía el anuncio. Tan solo tres años antes de aquello, en 2004, el nombre de Gorbachov apareció entre la lista de ganadores de un Grammy en la categoría Mejor álbum hablado para niños, junto al expresidente de EEUU, Bill Clinton, y a la actriz italiana Sophia Loren, que habían puesto sus voces para la versión de Pedro y el lobo, un clásico del ruso Serguéi Prokófiev.