Ahora que ya conocemos cómo se gestó la cena en el Museo del Prado en la que Pedro Sánchez ejerció como anfitrión de 40 jefes de Estado de la OTAN y de la Unión Europea, podemos estar todavía más orgullosos de la capacidad de España para organizar todo tipo de saraos y proyectar una inmejorable imagen internacional de nuestros puntos fuertes, como es la historia del arte, en este caso.
Antes de dirigirse al lugar en el que se ha servido la cena, la Orquesta Sinfónica de Kiev ha interpretado dos piezas musicales con una gran carga simbólica de apoyo a Ucrania ante la invasión de Rusia. El chef español José Andrés ha sido el encargado del menú y ha podido saludar a la comitiva, recibiendo un efusivo abrazo del presidente estadounidense, que el pasado marzo lo nombró copresidente del Consejo asesor de Deporte, Fitness y Nutrición de la Casa Blanca.
Los líderes han cenado en el claustro de la pinacoteca y sus acompañantes en la sala de Las Musas puesto que los primeros tenían una sesión de trabajo que ha impedido una cena conjunta. Sin embargo, alguno de los líderes tenía más ganas de ver el museo que se enfrentarse a otra nueva reunión, como ha demostrado el primer ministro británico Boris Johnson, del que hemos podido ver decenas de fotografías y vídeos de su atento paseo y solitario por las salas del Prado.
De hecho, Johnson ha conquistado a buena parte de los tuiteros precisamente por tener una actitud más cultureta que el resto de líderes, aunque también se ha convertido con ello en el blanco de los memes más mordaces de estos días:
No obstante, no ha sido este el único momento glorioso del británico, cuya pintoresca presencia siempre es llamativa en cualquier reunión. Ocurrió minutos antes de que la comitiva se separase para ir sus comedores correspondientes, cuando pudieron visitar la sala de Las Meninas y hacerse allí una de las fotografías de familia de jefes de Estado y de Gobierno primeramente solos y después con sus acompañantes.
Visto desde fuera, la situación ya resulta un poco cansina, la verdad. Primero, que si la colocación protocolaria y su comprobación, para que no haya errores como el de Begoña y Letizia; después, que si un clic por aquí, otro por allá, miradas a un lado y al otro. Vamos, el tiempo que necesitan los compañeros gráficos para hacer su trabajo, ni más ni menos. Pero claro, a Johnson el tema se le estaba haciendo bola y quizás salirse del horario británico para cenar le había abierto un agujero negro en el estómago.
Un aplauso viral
Sea como fuere, en cuanto los fotógrafos bajaron sus cámaras, Johnson subió los pulgares para confirmar que habían terminado su trabajo y se dispuso a dar una palmada para zanjar el asunto. Sin embargo, el resto de líderes interpretaron aquello como el inicio de un aplauso que incluso al propio Boris pilló desprevenido, como se ve perfectamente en el vídeo que ha compartido Diego Moreno, redactor jefe de Audiovisual en El Debate:
Las imágenes van camino del medio millón de reproducciones y no es para menos. De hecho, han generado también cientos de comentarios como estos:
Lo cierto es que después de conocerlo un poco más, dan ganas de pedirle que nos invite a una de sus famosas fiestas.