Teniendo en cuenta que la universidad es un lugar de acceso al conocimiento y a la formación que va más allá de introducirnos en el mundo laboral, es común que muchos universitarios combinen sus clases con una jornada laboral. A algunos no les queda más remedio que hacerlo para pagarse sus estudios y otros deciden ampliarlos teniendo ya un puesto de trabajo. Sea como fuere, lo que parece más lógico es que la institución facilite las cosas a este tipo de alumnado, pero a juzgar por la historia que ha contado Alba Campillo parece que no siempre es así.
Residente en la ciudad del Turia, Alba estudia el Grado de Criminología en la Universidad de Valencia por las tardes y lo compagina con su trabajo de camarera en un bar familiar por las mañanas. Sin embargo, le han fijado la hora de unos de los exámenes en plena jornada laboral y se puso en contacto con el profesor de la asignatura, Técnicas de Análisis Criminal: "Me es imposible realizar el examen a las 9:30 porque trabajo y me gustaría saber si podía hacerlo después (acabo de trabajar a las 13:00) o antes".
Este fue el mensaje que Alba envió al titular de la asignatura, que le contestó poco después: "Un examen no se puede cambiar por motivos laborales". Ella, lejos de tirar la toalla, insistió argumentando que "estoy matriculada de tardes porque trabajo por la mañana y me han dicho que no van a darme el día, ¿pierdo entonces el derecho a evaluarme?", a lo que le aconsejaron que "consultes en Secretaría de la facultad la normativa de exámenes". Y la joven, indignada, ha compartido las capturas de pantalla en Twitter:
Más de 25.000 reacciones después, unas mucho más empáticas que otras, Alba ha querido anunciar que sus jefes sí le han cambiado finalmente el día para que vaya a hacer el examen, aclarando que trabaja en un bar familiar y no quería perjudicar al resto del equipo con su ausencia. Aun así, insiste en que no entiende "por qué si yo estoy matriculada de tardes se me impone un examen de mañanas cuando no todo el mundo puede (aunque debería) faltar unas horas al curro para hacerlo":
Entre las contestaciones que ha ido dando Alba a los cientos de comentarios, la joven reconoció que temía las repercusiones en la corrección del examen si va al departamento a protestar y que el profesor no está respetando un horario escogido, en su caso, para conciliar con el trabajo. Con todo, reconoce que "la universidad está pensada para la gente que se dedica únicamente a estudiar y pretenden que tengas disponibilidad absoluta, esto solo es otra muestra de ello":
También ha reconocido que no imaginaba que su tuit iba a tener esta repercusión, valorando que "yo subí esto para los cuatro pringados que me siguen y me leen" y dejando claro que "en ningún momento busqué crear debate".