En un artículo de 2007, la revista científica The Lancet publicaba un artículo de revisión donde explicaba que "el consumo de marihuana y hachís -las drogas más utilizadas por los jóvenes de todo el mundo- aumentaba el riesgo de episodios psicóticos". La prensa se hizo eco de la investigación con multitud de noticias. Esto no hizo más que aumentar el miedo de los padres a que sus hijos entrasen en el mundo de la marihuana. Yudi es una joven de Barcelona que ha contado su experiencia en Twitter y da la razón a todos esos padres preocupados.
El temor a que los adolescentes caigan en las drogas no es algo que surgiese en 2007, ni mucho menos. En 2016 Celso Arango, jefe de sección de psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, explicó a este periódico que sufrir síntomas psicóticos "puede no ser lo más importante que haya que predecir". Sin embargo, en los últimos tiempos se ha multiplicado la cantidad de adolescentes que comienzan a fumar marihuana, llegando a ser considerado por ellos como una actividad normal.
El testimonio de Yudi en Twitter ha provocado una gran reacción porque ataca a esa creencia tan arraigada entre los jóvenes. "Creo que hoy es un buen dia para recordar que los porros siguen siendo drogas y que tienen consecuencias", empieza diciendo esta chica. A ella, el consumo continuado de marihuana le dejó secuelas que le han condicionado la vida.
Yudi empezó a darse cuenta de que los porros le estaban afectando seriamente cuando ya llevaba cinco años fumando a diario. Los síntomas que ella relata siguen esta secuencia: "Me levanto (si es que lo hago) hecha una mierda". En segundo lugar, "disocio 24 horas al día, los siete días de la semana". Después, "siento que dentro de mí viven dos personas: la que existe cuando no fumo y la que aparece cuando fumo y os juro q tengo un conflicto de personalidad horrible". Por último, se ve empujada a "atracones, muchos atracones de comida que tu cuerpo ni digiere".
La experiencia es terrible y ha concienciado a muchas personas del daño que pueden causar las drogas. Ella sigue fumando y no critica a quien lo hace, pero acaba con un último consejo: "No romanticéis los porros. Es por si alguien se plantea empezar a fumar porros... no lo hagáis".
Además de recibir apoyo, también hay quien ha comentado para explicar que su experiencia con los porros ha sido muy buena. No obstante, Twitter se ha volcado para defenderla: