Aunque los desayunos solemos hacerlos a horas parecidas, a medida que avanza el día los horarios de las comidas en España empiezan a dilatarse en el tiempo. Así, mientras otros países de Europa comen a las 12:30 o a las 13:00, nosotros podemos llegar a sentarnos en la mesa incluso a las tres de la tarde con total impunidad. Por eso, a la hora de cenar tampoco nos damos prisa y ahora, por si no éramos conscientes de ello, gracias a un mapa que se ha hecho viral podemos presumir de ser los que más tarde cenamos de toda Europa.
Como norma general, los lugares mediterráneos del sur de Europa cenan más tarde porque disfrutan de más horas de luz mientras que en el norte tienen un día más limitado y lo hacen antes, que también tiene sus ventajas. Además, en España, Italia, Grecia y Portugal está muy extendida la cultura del picoteo y el aperitivo entre comidas, de modo que vamos engañando al estómago, como suele decirse. Sin embargo, los españoles nos llevamos la palma a los más nocturnos, tal y como nos muestra el gráfico viral:
A pesar de que el mapa ha cobrado popularidad en nuestro país gracias a este tuit, lo cierto es que ha sido elaborado por Lover of Geography, una iniciativa en la que se publican todo tipo de datos mapeados para hacerlos más visuales. En este se puede apreciar cómo la hora de la cena se va retrasando a medida que avanzamos de norte a sur, pero lo de España es exagerado:
Han sido muchos los que han relacionado esto con la teoría de que España está en un huso horario que no le corresponde. De hecho, el 16 de marzo de 1940, a las once de la noche, fue cuando nuestro país cambió de huso para adaptarse a la hora continental de Alemania, Francia e Italia por cuestiones más políticas que prácticas que, según algunos expertos, no se ajustan para nada a la realidad del país, teniendo además en cuenta que Portugal tiene una hora menos.
De todos modos, antes de que la revolución industrial obligase a ceñirnos a un horario más unificado, las poblaciones se distribuían la jornada dependiendo de la luz solar. Con todo, cuando las restricciones de la pandemia obligaron a que los restaurantes cerrasen antes, algunos tenían la esperanza de que nos volviésemos más europeos, pero parece que la idea no ha cuajado y todos seguimos alargando la cena, sobre todo cuando es fin de semana y quedamos con amigos.
Eso sí, no podemos dejar pasar por alto que el nuestro no es un hábito saludable. De hecho, los nutricionistas recomiendan que la hora de la cena no se demore tanto, insistiendo en que no cenemos antes de acostarnos si queremos evitar digestiones pesadas, y en que las cantidades y el tipo de alimentos que tomemos sean ligeros para facilitar el descanso.