Pilar Rubio ha ido a un museo, ha compartido varias fotografías en redes recomendando la visita y hay gente a la que esto le ha parecido mal. La presentadora, con más de 7 millones de seguidores en Instagram, quiso hablarles de que por fin había podido visitar el Museo de Orsay, "que alberga la mayor colección de obras impresionistas del mundo", ha escrito. Añadió además que "es una auténtica maravilla, os lo recomiendo si venís a París".
Aunque en el Orsay hay piezas fácilmente reconocibles por el público no experto firmadas por Manet, Degas, Renoir o Courbet, entre otros, lo cierto es que la mayoría de los turistas que visitan la capital francesa se inclinan por el Museo del Louvre. De hecho, es uno de los más visitados del mundo con más de 10 millones de visitantes cada año y se trata del más famoso del país galo sin lugar a dudas, pero no por ello es el único que merezca la pena visitar.
Orsay está dedicado a las artes plásticas del siglo XIX y cubre los periodos artísicos que transcurren entre las creaciones expuestas en el Louvre y las del Centro Pompidou, la tercera opción museística de París. Está ubicado en una antigua estación de ferrocarril, se inauguró para la Exposición Universal de 1900 y son más de 3 millones de visitantes los que conocen su exposición cada año, siete menos de los que pisan el Louvre.
Teniendo en cuenta que no es tan conocido como el Louvre y que Pilar Rubio publica en sus redes sociales lo que le viene en gana —faltaría más— hay que valorar que difunda contenido cultural en su perfil para que éste llegue a personas que, a lo mejor, de otro modo no habrían conocido el museo por su cuenta. Sin embargo, a pesar de no haber hecho nada malo, la presentadora se ha ganado una inesperada enemiga con su publicación.
Se trata de Rosa Márquez, "escritora, feminista e insomne", según ella misma se define en su perfil de Twitter, que es coatura del documental Qué coño está pasando, emitido por Netflix, y del ensayo Cerró usted las piernas. En un intento de ridiculizar a Rubio, no sabemos con qué intención, ha compartido una captura de pantalla de su post para agradecerle, con condescendencia y sarcasmo, que nos haya descubierto "en tus viajes lugares secretos de los que nunca habíamos oído hablar":
Si bien la escritora Lucía Etxebarría se apuntó al escarnio elitista con una carcajada, la mayor parte de los tuiteros han criticado duramente el tuit de Carmen, a la que han afeado su "superioridad moral" y su "esnobismo", sorprendidos de que una feminista haya demostrado tan poca sororidad al hacer ese comentario tan gratuito sobre otra mujer:
Rosa Márquez, por su parte, no ha escrito nada más sobre el asunto en su cuenta.