En un mundo donde hay personas que creen que la Tierra es plana, que la nieve de Filomena no era agua congelada sino plástico y que con la vacuna de la Covid nos implantan un imán que atrae a media cubertería, no es de extrañar que los negacionistas ahora hayan ido a cuestionar los test de antígenos. Si estos días veíamos cómo un tuitero desperdiciaba uno echándole gotas de zumo de naranja, otros no han sido menos ridículos al desmontar la prueba para intentar demostrar que los resultados son un montaje.
No sabemos muy bien qué esperaba encontrarse en su interior el tuitero en cuestión, conocido por dar difusión a todo tipo de bulos reloacionados con la pandemia, pero ha concluido que se trata de una "supertecnología de plástico para indigentes mentales". Lo cierto es que la carcasa de los test de antígenos es plástica, pero únicamente para proteger lo realmente importante del macanismo: la tira reactiva que funciona como la de cualquier otra prueba de autodetección, por ejemplo, la del embarazo.
A estas alturas, seguramente todos nos hayamos hecho alguno de estos test, pero visto lo visto conviene repasar cómo funcionan. Después de recoger la muestra en la nariz o la garganta, según el tipo de prueba, se depositan en la solución y se vierten dos o tres gotas que van directas a la tira. Por el principio de cromatografía, los componentes se separan en función de cómo van reaccionando al pasar por la película.
Una vez que pasan por las señales T (test) y C (control), las partículas cambian de color quedando reflejadas según su interacción. Las tiras reaccionan a los antígenos de la persona, si es que los tiene, porque contienen carga de anticuerpos del virus, de modo que el mecanismo del que se ha mofado el tuitero es más que suficiente y fiable para determinar si una persona es o no positiva, aunque hay que tener en cuenta el momento para hacérselo y obtener una mayor fiabilidad.
Afortunadamente, la mayoría de los tuiteros se han tomado a cachondeo el tuit y han dejado réplicas como estas:
Además, también han querido dejar volar su imaginación dejando teorías tan hilarantes como estas:
Al menos desde este sábado a los negacionistas de los test de antígenos les saldrán bastante más baratos sus experimentos.