El pasado 20 de julio, el Gobierno tramitaba mediante real decreto la venta de test de autodiagnóstico de la Covid-19 sin necesidad de receta médica. Ocurría en plena quinta ola, cuando la incidencia acumulada en los últimos 14 días superaba los 500 casos por 100.000 habitantes. Las pruebas rápidas de la farmacia se convertían así en un arma más de diagnóstico para intentar controlar la transmisión y hacer frente a la curva ascendente de contagios.
Hoy, con una incidencia acumulada de 609 casos por 100.000 habitantes y ante unas fechas marcadas por las reuniones sociales, los test de farmacia se han convertido en un objeto muy codiciado.Tanto es así que muchos establecimientos se están viendo abocados a colgar los carteles de "agotado".
Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos detalles en relación a estas pruebas rápidas. Estos tests ayudan a detectar casos sospechosos de Covid-19, pero en ningún caso confirman una infección activa de forma oficial ya que, según el protocolo del Ministerio de Sanidad, esto debe hacerse mediante una prueba PCR. Eso sin contar que también existe la posibilidad de que los test rápidos de antígenos detecten un falso negativo.
¿Qué efectividad tienen los test de farmacia?
Los test rápidos de autodiagnóstico de la Covid que venden las farmacias cuentan con una alta fiabilidad. Existen dos aspectos a tener en cuenta: la especificidad y la sensibilidad. Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), la especificidad es la capacidad que puede tener un producto como el test rápido de antígenos para reconocer la ausencia de un marcador específico asociado a una enfermedad como la Covid-19. La sensibilidad, por su parte, indicaría la capacidad de este test para detectar la presencia del antígeno.
Lo que recomienda la Unión Europea y, por tanto, lo que se debería encontrar en más de una veintena de test que se ofrecen en las farmacias, es que se utilicen las pruebas con un mínimo de especificidad del 97% y una sensibilidad del 90%. Además, todos deben tener en su etiquetado el marcado CE seguido de los 4 dígitos del organismo notificado que lo ha evaluado.
Así las cosas, es cierto que hay algunos que son más fiables que otros. Tal y como recoge el documento Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de Covid-19 del Instituto de Salud Carlos III, las muestras tomadas mediante test de saliva "parecen afectar negativamente a la sensibilidad". En su mayoría, los test de autodiagnóstico están diseñados para ser utilizados en exudados nasofaríngeos, orofaríngeos o nasales.
¿Estos test detectan la variante ómicron?
Estos test sí detectan la nueva variante del SARS-CoV-2. La fiabilidad y su utilidad para detectar los casos positivos es la misma que con las anteriores variantes. La razón es que estas pruebas detectan la proteína S (espícula) y la N (nucleoproteína) del virus. Las nuevas variantes lo que producen son alteraciones en la espícula, pero la nucleoproteína permanece, por lo que los test son igual de útiles para detectar nuevas formas del virus como puede ser ómicron.
¿Cuándo es el momento ideal para hacérselo?
Lo que recomiendan desde la AEMPS es realizarse la prueba rápida de antígenos en los siete primeros días después de la infección si se tiene sospecha del momento en el que se ha podido tener contacto con algún positivo de Covid-19. Si se tienen síntomas, se deberá realizar un test en los cinco primeros días desde su aparición, porque es cuando la carga viral está en su punto álgido.
Si se realiza el test en el mismo día o al día siguiente de haber estado en contacto con una persona que ha dado positivo, lo más probable es que el resultado que dé esa prueba rápida no sea muy fiable.
¿Pueden fallar?
Distintos estudios han demostrado que, en comparación con las pruebas realizadas por personal sanitario, los test rápidos mantienen una buena especificidad mientras que la sensibilidad se ve más afectada. Hay que tener presente que los test de autodiagnóstico que se venden en las farmacias no confirman una infección activa. Si el resultado da positivo, se considerará como un caso sospechoso de coronavirus que deberá confirmarse acudiendo a un centro sanitario donde se realice una Prueba Diagnóstica de Infección Activa (PDIA) -que puede ser PCR o test de antígenos-. Ahora bien, no cabe la posibilidad de que exista un falso positivo con este tipo de pruebas.
Lo que sí puede ocurrir es que exista un falso negativo. Aunque las pruebas rápidas de detección de antígenos de covid fueron diseñadas para detectar tanto casos asintomáticos como infecciones activas, la sensibilidad es menor que las pruebas realizadas en centros sanitarios.
Por este motivo, aunque el test solo muestre la línea de control (C) y sea, a priori, negativo, "no excluye la posibilidad de infección", aseguran desde la AEMPS. Puede ser que la carga viral sea demasiado baja para ser detectada (algo que ocurre durante los días iniciales o finales de la infección) y, por tanto, si se ha tenido contacto reciente con un positivo diagnosticado o si se presentan síntomas compatibles con la enfermedad, se recomienda comenzar inmediatamente el autoaislamiento y contactar con los servicios sanitarios.
¿Sirve de algo realizarse un test antes de Nochebuena?
Los test rápidos que venden las farmacias son fiables, pero tampoco son la panacea. Deben entenderse como una herramienta que ayuda a conocer los casos sospechosos de ser positivos asintomáticos. Sobre todo de aquellas personas que han tenido un contacto reciente con una persona contagiada. De esta manera, pueden comenzar el aislamiento inmediatamente y mucho más rápido que acudiendo a un centro sanitario, aunque posteriormente deban ir para confirmar su diagnóstico.
El hecho de que se acerquen las Navidades, con las reuniones familiares y de amigos propias de las fechas, despierta la necesidad de realizarse un test autodiagnóstico para saber si se está contagiado y, en caso negativo, estar tranquilos en las comidas y cenas navideñas. El doctor Marcos López, presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), asegura en una entrevista a Infosalus que los test de antígenos pueden dar "una falsa seguridad" por la posibilidad de dar un falso negativo.
Lo más seguro, explica el doctor, es que todas las personas que se sienten a la mesa tengan su pauta completa de vacunación, que aunque no exime de la reinfección, sí puede ayudar a reducir la capacidad de transmisión y la gravedad de la enfermedad en caso de contraer el coronavirus. Como medida complementaria, recomienda mantener la mascarilla el mayor tiempo posible, guardar las distancias todo lo posible y una ventilación cruzada.
Tomàs Pumarola, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Micribiología Clínica (SEIMC), señala que "podemos hacer lo que queramos, una PCR o antígenos" y que "lo ideal sería hacerse tres días antes una, y el día de antes otra". No obstante, la sospecha de que exista algún falso negativo va a estar presente. No hay más que recordar el brote multitudinario de sanitarios en Málaga. Todos los que acudieron a la cena navideña se realizaron un test de antígenos y resultó que había falsos negativos. Se contagiaron, al menos, unas 80 personas.