Desde que Campofrío se quiso meter con "los ofendiditos" hace tres años, en su spot navideño de 2018, la empresa se la juega cada vez que saca a la luz un nuevo anuncio. El de este año lleva por título Acojonados y bien podrían habérselo puesto a la espera de las críticas que, puntualmente, se llevan del sector más enfadado de las redes sociales. Sin embargo, el nombre nada tiene que ver con ello sino con el miedo perpetuo que nos ha acompañado desde que empezó la pandemia.
Está protagonizado por un Karra Elejalde acojonado, representante todos los temores posibles en esta época que nos ha tocado vivir, aislado en la oscuridad de su casa. Un hombre que no quiere celebrar la Navidad por miedo, pero que cambia de idea cuando ve a los ciudadanos de La Palma saliendo por televisión, como un ejemplo de valentía y de superación: "Lo que más me acojona es que se nos olvide que la vida es acojonante", concluye.
"Campofrío es una metáfora del disfrute y, como cada Navidad, identifica a ese enemigo que impide que disfrutemos de la vida para reenfocarlo hacia el optimismo y la superación", ha explicado el director de Márketing de la marca, Javier Portillo. Sin embargo, aunque esta vez el anuncio parece tener pocos pliegues y ha gustado por aplastante mayoría, una tuitera ya se atrevió a predecir lo que ha pasado horas después de su lanzamiento:
El más difícil todavía se estaba haciendo realidad en Twitter, donde alguna gente ha sido capaz de sacarle punta al anuncio de Campofrío trayendo a colación temas y críticas tan dispares como estas:
No obstante, atendiendo a esa máxima de que hablen de ti aunque sea mal, seguro que a Campofrío tampoco le han venido mal estos ofendiditos.