Todos nos hemos quedado alguna vez con cara de póker al recibir la cuenta de manos del camarero de algún sitio que visitamos con la ingenuidad del turista.
Venecia es uno de esos lugares en los que el turismo está causando estragos. Y no nos referimos únicamente a los propios venecianos, que tienen que salir pitando de su ciudad por la invasión, sino también por los propios visitantes, que pagan cifras astronómicas por los servicios más sencillos.
Este es el caso de un grupo de estudiantes japoneses que están cursando su carrera en la Universidad de Bologna y decidieron visitar la ciudad de los canales este pasado viernes.
Carne y pescado: mil euros
Para reponer fuerzas recalaron en la Osteria da Luca, en plena calle Fabbri, una de las más turísticas de la ciudad. Decidieron pedir cuatro filetes y una fritura de pescado, todo ello regado con agua mineral. Nada hacía presagiar que la cuenta por semejante pitanza alcanzase los 1.100 euros.
Lo ha denunciado el Grupo 25 de abril, una organización que vela por los derechos civiles en Venecia. El guía no estaba con ellos en el momento del almuerzo para aconsejarles, por eso a otros tres estudiantes del mismo grupo también les cobraron en otro local una suma escandalosa por tres platos de pasta: 350 euros.
La Policía investiga lo sucedido
Los jóvenes estaban “muy enfadados”, tal y como recogen varios medios italianos, y se subieron al tren para regresar a Bologna e interponer la denuncia ante la Policía. El portavoz del Grupo 25 de abril, Marco Gasparinetti, explicó que habían pagado con tarjeta y que “presentaron una prueba de lo que sucedió”.
En los próximos días, avanzaba, los agentes de la comisaría de Bologna planean ponerse en contacto con sus colegas venecianos para obtener información sobre el suceso. De momento, la página del restaurante en TripAdvisor ha servido para dar muestra del malestar de la clientela y acumula un 83 % de valoraciones “pésimas”.