Esta historia es de aquellas que le podría pasar a cualquier y es por eso que se hace tan cercana y dura. Porque lo que estamos a punto de leer aquí es una trágica historia de una dulce abuelita que podría ser la abuelita de cualquiera de nosotros.
El caso es que esta señora decidió poner el árbol de Navidad, como cada año, en su casa. Sin embargo, en esta ocasión decidió añadir algunos adornos nuevos ya que algunas de las bolas estaban maltrechas y quiso innovar un poco. Seguramente, pensó, así conseguiré algún guiño de mis nietos.
Y vaya si lo consiguió. Su nieta Alex, que es usuaria de Twitter comentó el gesto de su abuela haciendo hincapié en las bolas nuevas que había comprado y, en particular, en el relleno que traían. La nieta las miraba incrédula y la abuela la miraba satisfecha. Misión cumplida.
La abuela de 74 años había comprado unas bolas de navidad con sorpresa. En concreto dentro tenían un tanga de hilo no apto para menores de 21 años, según dicen las malas lenguas.
Por supuesto, su nieta Alex se lo enseñó y su abuelo respondió: "Jesús todopoderoso lo que habrán pensado en la tienda sobre mí, compré seis bolas".
Estoy seguro que estas Navidades van a ser se las más divertidas en casa de estas dos mujeres.