Estamos rodeado de talento oculto y en muchas ocasiones no nos damos ni cuenta. A veces porque el talento permanece escondido, ya sea por voluntad propia o por circunstancias. Otras veces no lo vemos por el simple echo de no mirar. Esta historia es la de alguien que miró.
Nicolás José Isola es un columnista que escribe en medios argentinos, brasileños y españoles. Se encontraba en un bar, en una situación de lo más cotidiana cuando una mujer humilde se le sentó al lado. Y entonces, en un golpe de vista descubrió unos dibujos sensacionales.
Queda todo perfectamente plasmado en su hilo de Twitter:
Aunque esta historia también podría ser interpretada de otra forma. ¿O acaso no parece una buena premisa para una cinta de terror un personaje que se sienta silenciosamente a dibujar personas sin que estas lo sepan? Solo hay que imaginar un mural lleno de estos dibujos, dispuestos de forma casi obsesiva. Y así, una bonita historia la transformamos en un cuento de un sociópata peligroso...