Hay una ciudad en el sudoeste alemán que se llama Staufen. Tal vez suene a cómo le llamaríamos nosotros a una estufa en alemán pero es una ciudad de verdad. El caso es que desde hace unos años viene sufriendo un terrible fenómeno: la ciudad está levantándose a distintos niveles en distintas zonas por culpa del subsuelo.
Situada al sudoeste de Alemania, muy cerca de la frontera con Suiza y Francia, cuenta con algo más de 7000 habitantes. Las grietas que hay en casi todos los edificios de la ciudad son testigo inequívoco del drama que está viviendo la ciudad y el problema, lejos de resolverse, parece que empeora día a día. Incluso una compañía que intentó drenar el agua del subsuelo para evitar que el problema fuese a más, se vio obligada a indemnizar a la ciudad con 1 millón de euros.
Pero a pesar del dinero que se recibió en las arcas municipales, el problema persistió y, tal y como podemos ver en el vídeo, no dejó de crecer y crecer. Ahora el problema es conocido en todo el mundo y aunque se hagan chistes con las tiritas y parches que recubren las grietas de las fachadas el caso es que el problema es grave.
Pero, ¿por qué sucede esto?
Según explica Tom Scott en su vídeo el subsuelo de Staufen tiene dos capas: una primera, más cercana a la superficie compuesta de anihidrita, y justo debajo transcurre un acuífero subterráneo. Cuando el agua se filtra hacia la capa superior se crea yeso que aumenta de volumen y necesita un lugar por el que salir.
Ese lugar, en un principio, es la superficie pero, oh sorpresa, en la superficie está nuestra ciudad protagonista.
Las autoridades está estudiando todo tipo de soluciones para poder salvar la población pero, de momento, poco más pueden hacer que poner parches en las grietas.