Desde el pasado mes de septiembre, Cataluña es el monotema. Da igual donde mires, dónde te trates de refugiar. Siempre habrá un tuit o un mensaje que te recuerde al procés. Al final, la omnipresencia del tema y la tensión que está generando, no solo en Cataluña sino también en el resto de España acaba por sacar lo peor de nosotros.
Un ejemplo de esto es este lamentable cartel, colgado en la entrada de un bar de Gijón, que ha acabado por ser un ejemplo de libro del efecto de caja de resonancia que tienen las redes sociales. El cartel ha corrido como la pólvora entre círculos independentistas. Como suele ocurrir en estos casos, se ha tomado un caso como norma general, alimentando la sensación de que desde España se odia a Cataluña, cuando no es así.
"Un bar de Gijón. Podríamos decir que ralla el racismo. Quizá Cs, el PP o alguien debería dar explicaciones. ¿No es en Cataluña donde hay tensión?
El autor del tuit no ha querido aclarar local exacto en el que se ha visto este cartel. No únicamente ha causado revuelo entre el frente independentista, también ha habido asturianos que se han sentido asqueados por el hecho de que en un local se niegue la entrada a quien piensa diferente (aunque sea en broma, no es tan fácil identificar a un indepe, no lo llevan tatuado en la frente ni tienen cuernos):
Aunque siempre hay gente que ve lío y se tira en plancha:
Las redes sociales y las burbujas ideológicas
Las nuevas tecnologías nos acercan a todo tipo de información, y con las redes sociales tenemos la gran ventaja de que esa información viene a nosotros. Sin embargo, hay un riesgo, y es que al elegir nosotros nuestros medios afines y al recibir noticias desde nuestros amigos -que por lo general también tendrán afinidad con nosotros- caemos en el riesgo de entrar en una burbuja ideológica en la que solo nos llegan memes, vídeos y noticias que refuerzan nuestras ideas y nunca las ponen en duda.