Hay muchas formas de vivir la Semana Santa, desde la seriedad de las cofradías de ruan a la algarabía de los barrios. Lejos del centro se viven escenas que dejan mucha huella y el Martes Santo es uno de los días señalados para ello.
Pocas explosiones hay en estos días como la de la salida de El Cerro, una cofradía que no llega a los 70 años de vida y que ha crecido más o menos al mismo tiempo que el vecindario que la cobija, nacido en la primera mitad del siglo XX.
Todo el barrio espera a sus titulares desde bien temprano. La cofradía pone sus primeros nazarenos en la calle a las 11:40. Sus tres pasos desbordan emociones entre un público que no tiene reparos al mostrar lo que siente.
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Señoras que bajan sus sillas de casa para esperar a la cofradía en la puerta de sus bloques, jóvenes que le gritan a la virgen, petaladas infinitas… El Cerro se vuelca con cada una de sus imágenes.
Si bien el Nazareno de la Humildad, que procesiona desde el 2019, y el Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono mueven masas, nada comparado con Nuestra Señora de los Dolores. Es la única de toda la Semana Santa que sale de la Parroquia con el himno de Andalucía.
La salida y su recorrido por la calle Afán de Ribera es patrimonio de la Semana Santa de Sevilla. Es la esencia de la fiesta que se conserva en los barrios.
Un barrio "que ya no es barrio"
El Martes Santo empieza con un plato fuerte como el de El Cerro, pero hay muchos más. La salida de San Benito es otra muestra del sentir popular de La Calzada, un barrio “que ya no es barrio”, como decía Pascual González en su sevillana. Este año se adelanta a las 14:45 en la enésima redistribución de una de las jornadas más complejas de la Semana Santa.
El Dulce Nombre pasa a ser la tercera de la nómina. Acostumbrada a ser de las últimas, pasa a salir a las 17:15. Así, su recorrido se prevé multitudinario, aunque el paso por calles como Amor de Dios, San Miguel, Jesús del Gran Poder y Conde de Barajas, justo antes de la entrada puede ser algo más cómodo.
Sin aglomeraciones
La cuarta es La Candelaria, a la que todos quieren ver en los Jardines de Murillo, donde suele haber mucho público. Para evitarlo, es mejor buscarla por Miguel de Mañara y Plaza de la Contratación. Le sigue San Esteban, otra de las que pasan por el entorno de la Alfalfa. A la ida, no debe haber excesivos problemas para verla en Laraña.
Los Javieres, poco antes de la entrada, por Correduría es otro entorno accesible del día. También deben serlo las calles Castelar y Gamazo por las que pasarán de forma consecutiva El Estudiantes y Santa Cruz. Esta cofradía también puede verse de forma muy cómoda subiendo Mateos Gago al salir de la Catedral.