Imagen de recurso de Hematología del Virgen del Rocío

Imagen de recurso de Hematología del Virgen del Rocío Europa Press

Salud

Los hospitales de Sevilla apenas cubren la demanda mínima de sangre pese al aumento de los donantes en 2024

El año pasado se registraron un total de 62.010 donaciones en la provincia, pero tras las Navidades los centros médicos han hecho un llamamiento para recuperarse.

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Los hospitales de Sevilla estrenan el 2025 con una escasez en las reservas de sangre que apenas les permite abastecer la demanda mínima de sus pacientes. 

Así lo han hecho saber los profesionales del Hospital Virgen del Rocío, quienes alertaron el pasado martes del descenso de las donaciones de sangre en estos días.

Aseguraron, en este sentido, que "está resultando difícil" cubrir la "demanda mínima" que garantiza la actividad del complejo sanitario.

Ello a pesar de que, según han informado desde el Centro Regional de Transfusiones Sanguíneas, el año 2024 aumentó el número de donantes un 5,7 por ciento con respecto al anterior. 

Así, hasta 71.734 personas se ofrecieron a donar sangre desde el mes de enero, de las cuales finalmente se efectuaron un total de 62.010 donaciones.

La demanda en porcentajes

Ante la necesidad imperiosa de incrementar los suministros sanguíneos en los centros sanitarios sevillanos, desde el Hospital Virgen del Rocío han explicado, también mediante porcentajes, la distribución del gasto de las reservas de sangre según su destino último. 

Fachada del Centro Regional de Transfusiones Sanguíneas de Sevilla

Fachada del Centro Regional de Transfusiones Sanguíneas de Sevilla Álvaro Guzguti

Así, afirman que entre todas las reservas almacenadas, un 20 por ciento de las bolsas de sangre recolectadas se utiliza para poder garantizar la seguridad en caso de sangrado de pacientes que necesitan cirugía o trasplantes de órganos sólidos como hígado, riñón, corazón o pulmones.

Además, un 30 por ciento se deriva a los pacientes de las Unidades de Cuidados intensivos y de Urgencias, con lo que implica, recuerdan, para "la supervivencia de unas personas que se encuentran en una situación de alta fragilidad y alta mortalidad".

Otro 30 por ciento es para pacientes con patologías neoplásicas o hematológicas malignas. Esto es, aclaran, porque "deben tener prevista una transfusión para recibir de forma segura la quimioterapia".

También necesitan estas reservas para llevar a cabo los trasplantes de progenitores hematopoyéticos -células más inmaduras que forman la sangre-, claves para su curación.

El resto de unidades, concluyen desde el centro sanitario, son requeridas por los pacientes infantiles y los adultos que padecen anemias congénitas. En estos casos, aseguran, "no pueden tener un desarrollo físico y psicológico normal sin los programas de transfusión sanguínea".

Más de 100 transfusiones al día

El Hospital Universitario Virgen del Rocío dispone de un banco de sangre cuyos profesionales reciben, clasifican y gestionan todas las bolsas de sangre que llegan del Centro de Transfusión Sanguínea de Sevilla.

Así, cada día se hacen, aproximadamente, más de cien transfusiones en el hospital sevillano. Esto es: 80 unidades de hematíes -células encargadas de transportar oxígeno hacia los órganos y tejidos- , 20 de plaquetas -encargadas de producir coágulos- y 3 de plasma -componente líquido de la sangre en el que están suspendidos los glóbulos rojos, los leucocitos y las plaquetas-.

Para entenderlo en términos de requerimiento "humano", por así decirlo, desde el Virgen del Rocío afirman que se necesita una donación de una persona para cada unidad de hematíes y cuatro donaciones para cada unidad de plasma y de plaquetas.

Aumento de donantes en 2024

Esta situación de escasez resulta paradójica si se tienen en cuenta los datos registrados en el pasado 2024.

Tal y como se desgrana de un informe que acaba de hacer público el citado Centro de Transfusión Sanguínea de Sevilla, en dicho año se registró un aumento del 5,7 por ciento respecto al anterior.

En ese sentido, informan de que la cifra de donantes de sangre considerados activos asciende a 77.645 personas. Los donantes habituales -personas que tienen al menos una donación en los dos años anteriores a enero de 2024- se elevan a 27.335 en total.

Más mujeres donantes

Por otro lado, el 12,3 por ciento de las personas que han donado este año lo han hecho por primera vez lo que supone un añadido de 7.454 nuevos donantes. Un dato que, explican, sigue en la misma línea que en 2023.

Además, en ese dato aseguran que se mantiene la tendencia de una mayor incorporación de mujeres como nuevas donantes, 4.142 frente a los 3.312 varones. Es decir, representan el 55,5 por ciento.

Sin embargo, aclaran que en el cómputo general de donantes, las mujeres representan el 47 por ciento de la cifra global en la provincia de Sevilla, tres puntos porcentuales más que en el año anterior.

Más jóvenes

De las personas que se han ofrecido a donar, el 87 por ciento lo ha podido hacer mientras que el resto ha debido ser excluido por causas múltiples: medicación, incompatibilidad o hemoglobina baja.

Por edades: el 30,3 por ciento tiene entre 18 a 30 años; el 15,7 por ciento corresponde a 31 a 40 años; el 26 por ciento se incluye en el sector de 41 a 50 años; el 23 por ciento se encuentra entre los 51 a 60 años y el 5 por ciento es mayor de 61 años.

"Cualquiera podría necesitarlo"

Los profesionales del Hospital Virgen del Roció señalan que, de los casi dos millones de personas viven en la provincia de Sevilla, el 50 por ciento son potenciales donantes.

De hecho, desde este centro hospitalario explican que "si una de cada diez personas donara una vez al año, sería más que suficiente para mantener la actividad". 

Eva Mingot, subdirectora médica del citado hospital, aconseja que "seamos generosos", ya que "cualquiera de nosotros o de nuestro entorno puede necesitarlo. Como ves, sin tu ayuda no sería posible, no lo olvidemos", subraya.

Los requisitos para poder donar sangre son: tener entre 18 y 65 años y un peso igual o superior a los 50 kilogramos, no padecer enfermedades crónicas ni tener una infección aguda.

Además, no tener anemia y no realizar prácticas de riesgo que faciliten el contagio de enfermedades como, por ejemplo, la hepatitis, la sífilis o el sida.