El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha rechazado una sentencia emitida por la Audiencia de Sevilla que condenaba a un hombre a cuatro años de cárcel por un delito de abuso sexual. El motivo de la anulación ha sido la "poca claridad y sinceridad" de la denunciante.
Según dictaba la sentencia anulada, un hombre de 37 años habría abusado de su compañera de trabajo, una chica de 19 años, después de pasar la noche junto al resto de sus compañeros en un bar de copas del municipio sevillano de Álcala de Guadaira en julio de 2020.
Después de analizar el recurso de apelación interpuesto por parte del acusado, el TSJA ha sustituido el relato de los hechos probados. En la nueva sentencia, el Alto Tribunal manifiesta que ambos "mantuvieron relaciones sexuales sin que conste que la joven se opusiese a las mismas".
Sin embargo, la chica "despertó sobresaltada cuando sintió que el acusado intentaba penetrarla" de nuevo. La misma sentencia sostiene que el hombre paró cuando la joven se lo pidió.
El TSJA expone que el caso "presenta la dificultad adicional de que la declaración de la víctima constituye la única prueba de cargo". Además, alega que el testimonio de la víctima presenta "contradicciones" en torno a si el acusado "le ayudó o no a vestirse o si realmente se cayó o no de sofá y en cuantas ocasiones".
El Tribunal andaluz también ha tenido en cuenta el testimonio de las psicólogas forenses que vieron en la joven "contradicciones que proporcionan al relato una apariencia de inestabilidad y poca claridad". Además de la "inexistencia de lesiones".
Qué dice la sentencia rechazada
Tal y como sostiene el fallo inicial condenatorio, la chica y el acusado fueron a casa de este último una vez que se quedaron solos. Después de haber estado consumiendo cannabis juntos, la joven "cayó en estado de sopor y se dirigió al sofá del salón para dormir".
A partir de ahí, según el relato de la primera sentencia, el inculpado habría intentando aprovecharse del estado de la denunciante para intentar abusar de ella. Sin embargo, la chica "despertó" del dolor.
El mismo fallo también narra que la joven "logró rodar hacía un lado y tirarse del sofá" pero que el varón "la recolocó". Tras esto, ella le pidió "que parara", algo que inculpado acató.