Sevilla

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha presentado este lunes los hallazgos arqueológicos encontrados en el cenador de Carlos V del Real Alcázar que desvelan un palacio almohade También ha comparecido ante los medios Miguel Ángel Tabales, arqueólogo responsable del proyecto y que ha puesto el foco en la importancia del monumento hispalense y que "no es un edificio cualquiera".

Sanz ha señalado que estos descubrimientos son el fruto de la puesta en marcha de trabajos que habían sido paralizados pero que el nuevo patronato del Alcázar ha reactivado.

Estos proyectos están dentro de la primera fase, puesto que se aprovecharán los trabajos realizados para seguir profundizando en los estudios de los espacios que lo permitan.

Dichas excavaciones servirán de apoyo para la restauración y conservación del Cenador. El objetivo del gobierno es que este espacio esté "en las mejores condiciones" para el 2026, año en el que se celebrará el 500 aniversario de la boda de Carlos V con Isabel de Portugal. 

Del conjunto de excavaciones se pueden extraer varias conclusiones. La primera confirma que el Cenador se aprovecha de una gran estructura islámica del siglo XII que originalmente era mucho mayor que la que hay ahora. Además, parece ser que dicha edificación estaba destinada al comedor y al ocio.

Los resultados provisionales han permitido conocer las modificaciones que han tenido lugar en el este punto de los palacios hispalenses desde su inicio -fechado en el siglo XII- hasta la actualidad. 

Un monumento único en el mundo

Además, Sanz ha recalcado que la información obtenidas de estos hallazgos en un "monumento único en el mundo" suponen un "hito importantísimo" para conocer la historia de la ciudad de Sevilla. 

Después de las investigaciones realizadas, atendiendo a las tumbas almohades -caracterizadas por estar en un lugar solitario-  se ha descartado, por ahora, la función funeraria de esta estancia del Alcázar sevillano. Sin embargo, Miguel Ángel Tabales apunta que, aunque hay que ser "prudentes", "cosas más raras se han visto".

Tal y como ha señalado Tabales, los sondeos realizados -dos de pequeñas dimensiones - han tenido una duración de 20 días. Este es el tiempo mínimo que se necesita para un espacio con la envergadura de los palacios sevillanos sin hacer daño. 

Un proyecto complejo

En paralelo, el director del proyecto arqueológico ha recalcado que se trata de un proyecto de restauración complejo y que no hay programadas intervenciones arqueológicas específicas. Aunque sostiene que la fuente que preside el Cenador deberá de ser saneada.

Tabales ha manifestado que "hay que completar un puzle que -sin olvidar el resto de espacios- pone el foco de la investigación en el mundo de los jardines".

Aunque en los últimos años se ha empezado a conocer mucho más sobre el Alcázar de lo que antes se sabía, este tipo de intervenciones hace que poco a poco se empiece a conocer más sobre las huertas musulmanas de las que antes no se sabía nada. 

Tabales ha tildado la importancia de este monumento "que no es un edificio cualquiera". Además, ha señalado que en el mundo hay pocos edificios con características similares, estos se encuentran en Granada y Marrakech.