El consejo de Gobierno de Gerencia de Urbanismo dio este miércoles luz verde al proyecto de limitación de pisos turísticos en Sevilla. La norma irá al próximo Pleno, como adelantó EL ESPAÑOL la pasada semana.
Allí la norma tiene aún recorrido. Porque el alcalde, José Luis Sanz, gobierna en minoría. Necesita tres votos para sacar adelante el marco legal por el que se pone límite a los alojamientos turísticos en la ciudad.
IU-Podemos ya ha señalado en alguna ocasión que no está de acuerdo con la formulación de la norma. Vox, tampoco. Pero el PSOE sí que se ha abierto en el pasado a hablar del asunto, por lo que le normativa puede aprobarse este mismo mes.
Eso haría que Sevilla fuese la primera ciudad en limitar el número de pisos turísticos de Andalucía. Apenas unos meses después de que la Junta aprobase el decreto que deja en manos de los ayuntamientos la gestión de estos alojamientos, el equipo municipal ha corrido para regularlo.
La prontitud, sin embargo, no libra de críticas a la norma. Porque algunas asociaciones de vecinos, así como la oposición, señalan que el número de pisos turísticos no se eliminan.
Máximo por barrio
Esto es algo que el Gobierno local no ha ocultado. Porque la nueva norma establece un máximo de pisos por barrio -un 10 por ciento de las viviendas que hay en cada barrio- pero no rescinde licencia alguna.
Eso, sin embargo, no quiere decir que no se vayan a quitar pisos de algunas zonas, señalan fuentes del Ayuntamiento. Porque, indican desde el equipo municipal, la aplicación del decreto de la Junta, que marca requisitos exigentes para estos alojamientos, hará que algunos pierdan la licencia.
Además, la norma recoge cruces entre las denuncias de los vecinos y los servicios de inspección, cuestión que, esperan desde la Alcaldía, también ayude a reducir pisos en los barrios.
La regulación aborda cada uno de los 108 barrios totales que se contabilizan en los once distritos de Sevilla. El parámetro que se concreta para determinar el número de viviendas máximas permitidas por zonas es que las viviendas de uso turístico registradas, -pues otras funcionan sin autorización, o sea, ilegales-; no superen el diez por ciento del total de viviendas familiares disponibles, umbral es el que marca la presión turística máxima admisible.
Presión del turismo
En base a ello y en aplicación de este criterio de presión turística, se han diferenciado tres zonas.
En la zona uno, que engloba once barrios del Casco Antiguo (Santa Cruz, Arenal, Alfalfa, San Bartolomé, Feria, Encarnación-Regina, Santa Catalina, San Lorenzo, San Gil y, San Vicente) y el barrio de Triana Casco Antiguo, la tasa de inscripción de estos inmuebles es ya superior al diez por ciento del total de viviendas familiares.
En la zona dos, correspondiente a los barrios de San Julián, El Museo y San Bernardo; aún se admite un mayor número de estas viviendas turísticas, dado que la tasa de inscripción de estos inmuebles es inferior al diez por ciento del total de viviendas familiares disponibles.
La zona tres admitiría un mayor crecimiento de dichas viviendas turísticas, dado que la tasa de inscripción de estos inmuebles es inferior al cinco del total de viviendas familiares disponibles, y abarca finalmente los restantes 94 barrios de la ciudad pertenecientes al resto de distritos municipales con menor presencia turística.
Nuevas autorizaciones
Por lo tanto, sólo en aquellos barrios donde no se haya agotado el número máximo de viviendas de uso turístico establecidas de acuerdo a este parámetro, podrán otorgarse nuevas autorizaciones de viviendas turísticas hasta alcanzar el máximo de un diez por ciento.
Por el contrario, en aquellos barrios donde se haya llegado al límite máximo, o este haya sido sobrepasado, no se otorgará ninguna autorización nueva para esta modalidad de alojamiento turístico.
Según el concejal de Urbanismo, el popular Juan de la Rosa, este documento, que se revisará anualmente y será de aplicación inmediata una vez sea aprobado, llevará aparejado también una serie de medidas de control.
Entre ellas, se enviarán los expedientes disciplinarios que se instruyen de viviendas de fines turísticos a la Junta para que proceda a cancelar sus inscripciones en registro.
Cancelado por la Junta
Asimismo, se abrirán expedientes disciplinarios a aquellas viviendas de fines turísticos cuyo registro sea cancelado por la Junta y continúen con la actividad.
También se solicitarán al colegio de Administradores de Fincas las denuncias más recurrentes de las que tengan conocimiento por parte de las comunidades de propietarios, por molestias en las viviendas de fines turísticos.
El Ayuntamiento dará cuenta también al Servicio de Protección Ambiental para que intensifiquen las inspecciones por ruidos y se abran expedientes de disciplina ambiental. Por último, se cruzarán denuncias con la Delegación de Turismo de todas las viviendas ilegales de las que se tenga conocimiento a efectos de su control por ambas administraciones.
"Sabíamos de la necesidad urgente de regular este fenómeno y por eso fuimos la primera en realizar previamente una consulta ciudadana previa a la regulación de las viviendas de uso turístico y ahora seremos la primera en aplicar del decreto" andaluz que regula estas medidas, según el concejal de Urbanismo.