La ciudad de Sevilla amaneció este lunes con la noticia de que PP y Vox negociaban un pacto para que los de Santiago Abascal se integraran en el Gobierno municipal. De esta forma, todo estaba encarrilado para que tras las elecciones europeas del 9 de junio, los tres ediles de Vox pasarían a formar parte del equipo del alcalde, José Luis Sanz.
El edil popular gobierna desde junio de 2023 en minoría con una oposición que ha apostado por el sistema del bloqueo. "Es que no hay dinero ni para cambiar las bombillas de los semáforos", pone como ejemplo un alto cargo popular en la capital andaluza a EL ESPAÑOL.
No es que no haya dinero. Lo hay, pero en unos presupuestos prorrogados que diseñó el PSOE el año pasado, que el PP no consiguió aprobar y que necesitan de negociación para cualquier cambio.
Vox salió al paso a primera hora confirmando que había una negociación abierta para gobernar con el PP la ciudad. Los populares contestaron en tromba poco después negándolo en rotundo, tanto a nivel nacional como andaluz, en una jornada que se fue acelerando con convocatorias de prensa de unos y otros para valorar la posible alianza.
Aunque desde el Gobierno autonómico aseguran que es una cuestión de partido, el propio Juanma Moreno en un canutazo apresurado en Granada y sin detenerse ante los medios, dijo un escueto: "No sé de dónde ha salido esa información". Sin embargo, fuentes del partido a nivel local confirmaban que "las conversaciones" existían y que, incluso, había una propuesta se áreas a asumir por los de Abascal.
Desde Génova ya conocen las consencuencias que pueden tener las negociaciones con Vox unas semanas antes de una cita electoral y el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, no quier repetir el mismo error a 26 días de que se abran de nuevo las urnas a nivel europeo.
Desde Génova son conscientes de que precisamente aquellas negociaciones con Vox tras el 28-M, iniciadas en Valencia, más la estrategia de Pedro Sánchez de infundir "el miedo a la ultraderecha", fueron el detonante para que Feijóo no se convirtiera finalmente en presidente del Gobierno con todas las encuestas a favor.
[PP y Vox negocian gobernar juntos Sevilla tras las elecciones europeas de junio]
¿Miente Vox? ¿Lo hace el PP? ¿Qué pasó ayer en Sevilla? La realidad más palpable en el Ayuntamiento hispalense cuando los populares consentían hablar en privado es que hay malestar porque su principal cometido, que es gobernar, no lo pueden llevar a cabo.
Desde el PP sevillano temen tener pasar los próximos cuatro años sin cuentas propias. "Eso sería catastrófico", reconocen fuentes del partido en privado. Porque supondría, argumentan, no poder "desarrollar un modelo de ciudad, un proyecto que ilusiones y se pueda reeditar en las próximas elecciones".
El PP niega un pacto
La información de que podía haber un acercamiento con Vox sentó muy mal tanto en la sede andaluza del PP como en Génova este lunes. Un comunicado a media mañana descartaba cualquier pacto: "Ni la dirección nacional del PP, ni la dirección autonómica del PP de Andalucía, ni el PP de Sevilla ni el gobierno del Ayuntamiento de Sevilla han mantenido ninguna reunión con Vox".
"No hay ningún pacto y no existe ningún texto de un acuerdo que no existe. El Ayuntamiento de Sevilla tiene un gobierno que aporta seguridad y que trabaja por el interés general".
Con esos mimbres y tras la crítica del PSOE e IU-Podemos en Sevilla, convocó el PP local a los medios. Compareció el portavoz del partido, Juan Bueno, y este negó el pacto "firmado", pero reconoció que sí "hay conversaciones con Vox".
Ahora bien, matizó el popular, esas charlas no eran para que los de Abascal entraran en el Gobierno municipal sino para cuestiones "puntuales". "Mantenemos la comunicación abierta con todos los grupos", aseguró, incluyendo a PSOE e IU-Podemos.
La postura de Vox
Entonces, ¿por qué Vox asegura que sí que hablaron de gobernar juntos? El concejal del PP no calificó de mentira las palabras de la líder de la formación de Abascal, Cristina Peláez. "Habrá que preguntarle a ella", despachó.
Haciendo de la necesidad virtud, el PP de Sevilla explicó este lunes públicamente que no tiene problema en gobernar en minoría los años que quedan de mandato, hasta 2027 con las circunstancias que ello conlleva, pero a puerta cerrada hay voces que añaden algún matiz.
"Si hay que gobernar en minoría, se hace, pero ¿por qué no pueden buscar un apoyo estable que les deje desarrollar el proyecto que presentaron en su programa electoral?", plantean.
De fondo chocan con el PP que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y su equipo, han construido en la comunidad: una alternativa al PSOE en un espacio político de centro derecha pero que toma muchas de las banderas de los socialistas en cuestiones sociales como la igualdad o el andalucismo.
Una propuesta que parece acertada, según los resultados de las elecciones de junio de 2022 y las encuestas que no le anotan desgaste cinco años después de llegar a San Telmo.
Fuentes del PP local no lo ven así. Recuerdan que Moreno gobernó con el apoyo -externo, reconocen, nunca como consejeros- de Vox en la primera legislatura que los populares llamaron "del cambio" tras desalojar al PSOE de la Junta.
En todo caso, y ante la llamada a capítulo desde Madrid, San Telmo y Génova, el PP de Sevilla plegó velas este lunes. La disciplinan se impuso a la necesidad de estabilidad y se negó el pacto. También se negaron negociaciones, que se redujeron a meras "conversaciones" puntuales. La respuesta, en poco más de un mes, tras el 9 de junio.