La Guardia Civil encontró tres furgonetas cargadas hasta arriba de bideones de gasolina cerca del control que arrolló un camión matando a seis personas. Un vecino denunció los vehículos, que desprendían un fuerte olor a combustible.
Las furgonetas, que estaban llenas de bidones con gasolina, eran alquiladas, según ha avanzado Canal Sur. Fue un ciudadano el que las vio paradas en una de las estaciones de servicio que están cerca del punto donde se produjo el atropello mortal el pasado lunes.
Debido al olor tan fuerte a combustible, llamó a las autoridades que, al presentarse en lugar comprobaron que estaban cargadas de combustible.
Tanto la Guardia Civil como el Gobierno, a través de su Subdelegación en Sevilla, informaron desde el primer momento de que el accidente donde murieron seis personas -dos de ellas, agentes de la Benemérita- y cinco más resultaron heridas era un accidente fortuito.
Accidente fortuito
Este nuevo dato, según las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL, no cambia esa versión. El hecho de las furgonetas estuvieran cerca y cargadas de gasolina no tienen por qué tener relación con el accidente.
La primera hipótesis sobre el siniestro apuntaría a que el conductor del cambión, que dio negativo en alcohol y drogas, pudo quedarse dormido.
De hecho, agentes de la Guardia Civil desvelaron en las primeras horas que no había marcas de frenado en la carretera y que el vehículo circulaba a unos 90 kilómetros por hora cuando embistió el control.
Mientras la Guardia Civil investiga también este hallazgo, el conductor del camión que arrolló el control matando a seis personas, está ya en libertad.
En libertad
Aunque el Juzgado de guardia le mandó a prisión preventiva sin fianza, el magistrado que se ha hecho con el caso lo ha liberado.
Hasta que llegue el juicio, tendrá que presentarse cada 15 días en el Juzgado y no puede salir de España.
De hecho, le han quitado el pasaporte. Lo que no le han retirado es el carné de conducir, por lo que podrá seguir circulando si lo desea.