Sevilla

Álvaro Jiménez trabaja como arqueólogo en Sevilla desde 1995. En todos estos años ha sacado del suelo de la ciudad desde una muralla romana del siglo III hasta restos humanos bajo un antiguo cine porno en Amor de Dios. 

Siempre quiso dedicarse a esto y, aunque no quería ser Indiana Jones, lo prefería a Batman o Superman. Este arqueólogo -dueño de la empresa Arqueópolis SL- defiende la labor de las nobles sevillanas que "consevaron" Itálica en sus casas palacio y defiende que ya no hay sevillanos que, si hay restos en su terreno, echen cemento y sigan como si nada. "Eso es de otra época, cuando no había legislación". 

Fue el primero en decir qué eran los restos que aparecieron en las obras de Santa Justa que tanta expectación levantaron. Ni romanos ni medievales. Acertó. Son muchos años con el pincel y "la cucharita", bromea. 

[Ni romano ni valioso: los arqueólogos ya saben qué son los restos junto a Santa Justa]

- ¿Quería ser como Indiana Jones cuando era niño?

- No, no me veía como él, eso es una idealización. No me veía como superhéroe. Quería hacer descubrimientos importantes, sí, pero no en ese plan. No quería ir detrás de tesoros, monedas y cosas así. No quería ser Indiana Jones pero prefería Indiana Jones a Superman o Batman [risas]. 

 - ¿Qué es lo más raro que ha encontrado durante estos años excavando en Sevilla?

- Es complicado. En la calle Abades encontré, en la obra de un nuevo hotel que se estaba haciendo, una calle romana y un mosaico. Es una excavación con la que llegamos al siglo V antes de Cristo. Lo curioso es que un poco más adelante estaban haciendo una obra y no encontraron nada. 

- ¿Qué más hay curioso que haya sacado usted del subsuelo de Sevilla?

- Hallamos unas murallas del siglo III en las obras de un hotel de la Plaza de San Francisco. Fue tremendo eso porque nunca se había descubierto algo así antes. 

- ¿Y qué es lo más valioso que se ha desenterrado que no haya participado?

- Quizás los dólmenes de Valencina. Son espectaculares. O el Tesoro del Carambolo. No tanto por el tesoro en sí sino por la importancia del templo fenicio donde estaba. Da sentido al origen de Sevilla. Porque nunca vamos a excavar a ocho metros de profundidad en San Isidoro y esa zona donde están los primeros asentamientos de la ciudad.

- ¿Siempre que se hace obra en Sevilla hay que contratar un arqueólogo?

- No, no siempre. Se hace cuando hay una cautela de que puede haber restos. También cuando se actúa en una zona o edificio que tiene protección. Aunque a veces se abre y hay sorpresas. Como en la piscina de Santa Justa.

- ¿Eso pasó allí?

- Sí. El gimnasio cercano hacía una piscina y se encontraron con unos arcos. Hallazgo casual. Y la gente se emociona porque piensa que es romano. Pero no, no hay nada romano tan en la superficie ni tan bien conservado. Eso era del siglo XIX o del XX incluso. 

- Encontró restos humanos en Amor de Dios, bajo un antiguo cine X pero, ¿Qué otras obras recuerda?

- La excavación de Amor de Dios ya está terminada. Allí encontramos restos almohades, que es interesante porque nos dice donde estaba el río en época romana. También había restos de la época cristiana, de la casa. Y del siglo XV y XVI, cuando se hizo un hospital en la zona. También estuve también en la Fábrica de Artillería y allí encontramos una villa romana con una piscina de once metros por tres. También un mosaico. Con el cambio de Gobierno en Sevilla se paró, pero se puede retomar. 

Álvaro Jiménez, trabajando. EE Sevilla

- ¿Los arqueólogos se quedan con algo de lo que encuentran?

- Yo me he quedado alguna vez con un trocito de azulejo porque si están enteros van al museo. Pero, al final, se lo acabas regalando a la gente porque les hace ilusión. Son trozos de historia con 300 o 400 años. 

- ¿Qué le parece la polémica sobre los expolios de palacios de Sevilla como el de la Condesa de Lebrija?

- Es que el primer fallo es llamarlo expolio. No lo es. Expolio arqueológico es cuando hay una ley que protege y a primeros del siglo XX no había una norma que protegiese Itálica. Es más, gracias a mujeres como ella se conservan muchas columnas, capiteles o mosaicos. Cuántos no estarán en anticuarios o fuera de España. Yo rompo una lanza por la Condesa de Lebrija y toda esa gente que invirtió en conservar. Pagó cuadrillas, a restauradores... No sabe la de agricultores que se cargaron mosaicos con el arado. No sabían lo que era, no le daban importancia. 

- Existe el mismo debate sobre grandes museos...

- Sí, los Museos Vaticanos, el Louvre, El British Museum... Robaron, sí, cuando en los países de origen no se valoraban esos objetos. Ahora es diferente. Grecia, por ejemplo, es un país de la Unión Europea que puede conservar su patrimonio. Que se le devuelva, pero que no se critique cuando se lo llevaron. 

- ¿Hay quien echa cemento sobre un hallazgo para seguir con las obras y no tener que parar?

- Antes sí pasaba, cuando no había legislación. Ahora es dificilísimo. Otra cosa es que hagas una obra ilegal, que ahí... Pero quién hace un aparcamiento ilegal en el Centro. Se sabría.  

-¿Hay sensibilidad en Sevilla con la conservación?

- Sí, a veces demasiada. Hay gente en la ciudad que se cree que en su casa tiene el Templo del Rey Salomón y no. Hay que conservar lo que tiene valor. 

- ¿Y las administraciones?

- Hay un problema con el retraso en los permisos. Hay veces que he esperado seis meses para el permiso de una excavación que hago en un día. Pero luego la administración está muy concienciada. Por ejemplo Emasesa, que no tiene obligación legal, siempre llama a arqueólogos, por responsabilidad, cuando hace una obra. Eso hay que contarlo también.

- ¿Hay mucho resto romano en Sevilla?

- Hay, pero está muy arrasado y muy abajo. Igual que lo islámico. Hasta lo medieval suele estar destrozado. Es raro que salgan cosas enteras. Me fascina cómo en Écija o Córdoba cavas poco y sacas un mosaico.

- Si se encuentra algo muy valioso, ¿no tiene recompensa?

- Sí, si lo encuentras por casualidad, te tienen que dar la mitad del valor de tasación que impone la administración. Pero no puede ser que halles porque estabas buscando. Solo vale si es casual. 

- ¿Hay mucho mito en su profesión?

- Hay quien te dice que si eres el de la cucharita, el del palito... Pero hay mucho más de fondo. Es sacar historia para aprender.