Creada por el que también fue guionista de Los Soprano Matthew Weiner y emitida durante el apogeo de la llamada Edad de Oro de la Televisión, Mad Men es una serie de televisión imprescindible. De esos títulos que no pueden faltar a la hora de pensar en las mejores producciones televisivas que se han hecho nunca.
Aclamada por la crítica y el público, la serie se emitió entre el 2007 y el 2015, y se centra en uno de los más misteriosos ejecutivos de la firma, Donald Draper (Jon Hamm), un hombre con un gran talento.
Mad Men es la mirada a los hombres que dieron forma a las esperanzas y sueños diarios de los americanos de la época. En 1960 la publicidad era considerada una de las profesiones con más glamour. Era un momento de gran ebullición en todos los sentidos; la manipulación profesional y el acoso sexual son parte del trabajo y de los negocios. Sterling Cooper Advertising diseñaba mejor que nadie las campañas de publicidad. Su lema era: "No importa lo que seas. Lo importante es cómo lo vendas...".
El encantador, enigmático y talentoso Don Draper es uno de los mejores personajes que nos ha dado la televisión y ahora que la serie acaba de aterrizar en el catálogo de Netflix, puede ser un momento ideal para rescatarla o darle una oportunidad si aún no se ha hecho.
Una trayectoria intachable
Desde que se emitió su primer episodio hace casi veinte años, Mad Men se adentró en las profundidades de una época concreta desde un prisma realmente interesante, mostrando cómo las normas culturales fueron cambiando desde la elegante estética de mediados de siglo hasta los profundos cambios sociales que llegaron en los 60.
Con un guion afilado, una puesta en escena cuidadísima e impecable, y un elenco a la altura de las circunstancias, Mad Men acabó siendo una serie extraordinaria que supo mantener altísimo el listón durante sus 7 temporadas. Y también logró algo muy complicado de conseguir, especialmente en una era de tantos estímulos y estrenos por día: que la gente siguiera hablando de ella incluso diez años después de que se emitiera su final.
Todas las temporadas son geniales, cada una a su manera, y por más que pasen los años seguirá siendo una obra maestra de la televisión contemporánea, por su guion, las interpretaciones del elenco y, en especial, por el impacto que ha tenido a nivel cultural en los últimos años.
El hecho de que Netflix haya decidido incorporarla en su catálogo es una excusa perfecta para volver a verla. O también para descubrir la que sin duda es una de las mejores producciones televisivas de todos los tiempos junto a Los Soprano o The Wire.