Hay ocasiones en las que sentarse a ver una película puede ser una experiencia trascendental. Ocurre pocas veces, pero ciertos largometrajes son capaces de quedarse a vivir con el público y convertirse en un lugar feliz al que regresar de vez en cuando. Un ejemplo podría ser perfectamente un filme como Jumanji, una película de aventuras que sigue siendo igual de entretenida y emocionante que cuando se estrenó en 1995.

Basada en el libro infantil homónimo de Chris Van Allsburg y dirigida por Joe Johnston -que trabajó con Steven Spielberg y George Lucas en diseñando los efectos especiales en Star Wars e Indiana Jones-, Jumanji sigue a cuatro personajes, dos adultos y dos niños.

Los adultos son Alan Parrish (Robin Williams) y Sarah Whittle (Bonnie Hunt) y los niños son los hermanos Judy (Kirsten Dunst) y Peter Shepherd (Bradley Pierce). Todos ellos deberán terminar la partida de un juego que se llama Jumanji, en el que Alan se quedó atrapado durante 25 años. Cuando al fin es liberado, una manada de animales exóticos -y un cazador furtivo muy enfadado- quedan también en libertad.

Estrenada a mediados de los 90, Jumanji fue una de las películas más taquilleras del momento y marcó el despegue de las carreras de Williams y Dunst, dos de las mayores estrellas de aquella década. Se trata de un filme que ha marcado a toda una generación de espectadores, que encontraron en él una épica historia de aventuras realmente satisfactoria. 

Han pasado casi treinta años desde su estreno, pero las sensaciones que provoca y su esencia siguen intactas, a pesar de que los efectos especiales hayan envejecido bastante peor. Además, las interpretaciones del elenco son fantásticas -con mención especial a uno de los mejores papeles de la carrera de Robin Williams- y la historia encuentra la manera de acercarse a un público muy diverso.

Secuencias memorables

A lo largo de los 104 minutos que dura, Jumanji tiene varias escenas icónicas, pero hay una en concreto que no se puede olvidar después de verla por primera vez. Se trata de la secuencia de la estampida, una parte que bien podría compararse con la de otros largometrajes como El rey león, estrenada solo un año antes.

La manera en la que se maneja la creciente tensión y de hacerla desembocar es muy satisfactoria y sigue funcionando a día de hoy, y forma parte de un recopilatorio de secuencias de acción muy divertidas y disfrutables.

Al final, no importa la edad que tengas para disfrutar de una película como Jumanji, porque es un sinónimo de entretenimiento asegurado. Y porque permite al espectador sumergirse en una gran aventura que le ayude a alejarse de los problemas del mundo real.