Puede que haya pocas películas más entretenidas que Los Goonies. El éxito dirigido por Richard Donner fue un fenómeno del cine de aventuras en los años 80 y a día de hoy es un clásico en el que puedes confiar si quieres disfrutar de una película agradable y divertida.
Aunque lo cierto es que, contando tras las cámaras con tres titanes del cine comercial como Steven Spielberg, creador de la historia original; Chris Columbus (Harry Potter y la piedra filosofal), que adaptó el guion; y al propio Donner (Superman, 1978) como director; era difícil que algo saliera mal de este proyecto.
De hecho, es una de las producciones que han salido de Amblin -la productora de Spielberg- y uno de los clásicos que encadenó el cineasta en la década de los 80, que también nos dejó otros títulos con una esencia similar como Poltergeist (1982), Gremlins (1984) o E.T. el extraterrestre (1982).
Una historia con cierta base real
Aunque no esté basada en hechos reales como tal, lo cierto es que Los Goonies tienen cierta conexión con una historia real. Concretamente, con la historia del barco que aparece en la película, ya que este está directamente relacionado con el del Santo Cristo de Burgos, una embarcación real que desapareció en algún lugar de la costa de Oregón a finales del siglo XVII.
Aparte de esto, Los Goonies y sus personajes son un producto de la imaginación de Steven Spielberg, Richard Donner y Chris Columbus, que sí que quisieron inspirarse en el barco llamado Santo Cristo de Burgos.
No obstante, aunque Los Goonies no tenga mucho trasfondo real, lo cierto es que esta embarcación aún está en paradero desconocido, y puede que solo haga falta que aparezca un grupo de jóvenes aventureros dispuestos a todo para encontrarlo.