La mirada de género en ‘Ni una más’: “Somos hombres y heteros, pero en la serie abundan las voces femeninas”
José Manuel Lorenzo y Miguel Sáez Carral, el escritor de la novela en la que se basa la serie de Netflix hablaron sobre ella con EL ESPAÑOL.
1 junio, 2024 00:51Entre las series españolas más esperadas para este año, uno de los títulos que engrosaban la lista era Ni una más, la serie de Netflix basada en la exitosa novela de Miguel Sáez Carral. Y después de varios meses aferrándonos a la curiosidad que nos invadía a través de sus imágenes, la ficción se ha estrenado por fin en la plataforma.
Poniendo el foco en temas tan candentes como la violencia machista, el bullying o los problemas de salud mental, la serie juvenil se sitúa unos días antes de la semana de exámenes finales de segundo de bachillerato.
En este contexto conocemos a Alma (Nicole Wallace), una adolescente de 17 años, conflictiva, mala estudiante y con baja autoestima, que extiende frente a la fachada de su instituto una tela blanca donde la noche anterior ha escrito en grandes letras de color rojo: “Cuidado. Ahí dentro se esconde un violador”.
¿Cómo y cuándo ha sucedido esa agresión sexual? ¿Quién es ese violador? ¿Quién es la víctima? ¿Es verdad lo que denuncia Alma o es mentira? Para averiguar las respuestas a estas preguntas hay que viajar cinco meses atrás en el tiempo. Ahí es donde comienza esta historia.
Sobre el proceso creativo, los objetivos que se plantearon al principio y cómo ha sido trabajar con actrices con el alcance de Clara Galle y Nicole Wallace hablaron con SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL el productor de la serie José Manuel Lorenzo y Miguel Sáez Carral, autor de la novela en la que se basa.
¿Cuál era el objetivo que os marcásteis a la hora de adaptar esta novela?
José Manuel Lorenzo: Bueno, había dos objetivos. El primero se relaciona con la novela, que es algo que escribió Miguel solo. Cuando la terminó me la dio leer y cuando la leí me quedé impactado por cómo estaba escrita, por lo que contaba, por los personajes que contenía y porque a la vez que la leía, la estaba visualizando. Le dije que quería hacer una serie de televisión con ese libro y que fuera una serie para Netflix.
Me miró con el escepticismo habitual ante estas cosas que suele tener un autor, que no está seguro. Y dijo 'sí, vamos a intentarlo'. Y así empezó. Después abordamos la novela, que tenía muchas claves, muchos elementos, mucha verdad, mucha emoción, muchos personajes y una forma de mostrar mundo y sus transformaciones muy actual. Y la oportunidad de trasladarlo a la pantalla me parecía fascinante contando con él.
Miguel Sáez Carral: Queríamos contar una historia desde la verdad, pero que se contase con emoción también, y construir un relato que al mismo tiempo fuera interesante de ver, es decir, que fuera un producto de televisión. Pero al mismo tiempo no queríamos renunciar al mensaje que tenía la novela, ese relato de amistad y sobre abusos que tiene al final un mensaje: si vives una situación como esta, que sepas que no estás solo. Y que si un día decides levantar la voz, si un día decides gritar, va a haber mucha gente que va a estar a tu lado. Ese es el mensaje de la novela y el mensaje de la serie.
José Manuel Lorenzo: Y había algo más. Siempre pretendimos no llegar a ser doctrinarios ni apóstoles de nada. Nos gustaba que la novela generara un discurso, que se hablara de ella, y que después se haga con la serie, pero que se hable no tanto desde el morbo o el estereotipo, sino que fuera desde la verdad y la emoción que te podía provocar.
La serie analiza cómo se ejerce la violencia y, en especial, que se trata de algo estructural y que nos interpela a todos. ¿Creéis que puede afectar en el discurso que tanto el escritor del libro en el que se basa como el creador sean figuras masculinas?
Miguel Sáez Carral: Somos muy conscientes de que somos hombres blancos, heterosexuales y de cierta edad. Lo que pasa es que, dentro del relato de la novela y del relato de la serie, lo que predominan son voces femeninas. Y esas voces femeninas no son nuestras voces, son las voces de, por ejemplo, mi hija o de las amigas de mi hija. Porque la novela partió de la observación de quién era mi hija y de qué es lo que hacía y su forma de pensar, cuáles eran sus posturas ante la vida.
Cuando hicimos el trabajo de escritura de guion y el casting, teníamos los ocho guiones escritos, pero cuando empezamos a hacer las lecturas de guion, en las que cooperaron los directores, José Manuel y yo, contamos con las actrices, que son mujeres de 20 y 21 años y que en ese momento aportaron una visión especial a la historia.
De repente, los guiones se transformaron, porque muchas zonas o muchas partes de la trama que nosotros consideramos que estaban en gris, necesitaban cierta clarificación. Y ellas nos la dieron. Ellas nos decían 'nosotras, como mujeres de 21 años, no lo vemos así' y fue guay coger su visión e implementarla en los guiones. Así conseguimos unos guiones que eran mucho mejores que los que teníamos al principio. Mucho mejores en cuanto a la verdad y la visión de unas adolescentes. Es de las cosas que más orgullosos creo que estamos y que creo que más han beneficiado a la serie.
José Manuel Lorenzo: Teníamos muy claras las zonas rojas, las verdes y las grises, y ellas aportaron mucha luz. Se implicaron mucho. No venían a interpretar papeles, venían a vivir los personajes. Y eso fue maravilloso. También, por el tiempo que tuvimos de preproducción, ellas convivieron juntas, se hicieron muy amigas y cuando llegaron al set, no eran Nicole y Clara, eran Alma y Greta, y eso se notaba en las secuencias. Fue un ejercicio de humildad.
Clara Galle y Nicole Wallace vienen de protagonizar dos grandes fenómenos juveniles como A través de mi ventana y Culpa mía. ¿Sois conscientes de que quizá esto ayude a llegar a un público más amplio?
José Manuel Lorenzo: Ambas se ganaron el papel en un casting. Eran actrices potencialmente exitosas, pero no lo eran tanto como ahora. Cuando las elegimos fue porque eran lo que nos gustaba. Nicole tiene algo que era lo que buscábamos de Alma, que tenga mucha verdad en la fisionomía. No contaba tanto con que el éxito de ella nos iba a ayudar a llegar a más gente, siempre he pensado que el problema era el primer umbral, romper el primer umbral de público porque el boca a oreja puede ayudar a esta serie. El discurso es huidizo muchas veces y nos gustaría pasar de las páginas del guion a la televisión y luego a las páginas de sociedad.
Miguel Sáez Carral: Está claro que tener a Clara y a Nicole en este momento de sus vidas y de su éxito social y profesional es una suerte para nosotros. Por supuesto que nos va a ayudar a llegar a mucha más gente. Pero también creo que ayudará quiénes son Nicole y Clara, porque tienen un discurso muy claro. Están muy identificadas con cómo son y creo que tienen una voz propia que es importante escuchar. No son dos actrices que han llegado aquí a hacer un papel y se acabó. Nicole y Clara son parte del alma de esta serie.