Después de protagonizar fenómenos juveniles del calibre de Culpa mía y A través de mi ventana, Nicole Wallace y Clara Galle colaboran por primera vez en un proyecto conjunto. Se trata de Ni una más, la nueva serie de Netflix, que acaba de estrenarse esta misma semana en la plataforma.
Poniendo el foco en temas tan candentes como la violencia machista, el bullying o los problemas de salud mental, la serie juvenil se sitúa unos días antes de la semana de exámenes finales de segundo de bachillerato.
En este contexto conocemos a Alma (Nicole Wallace), una adolescente de 17 años, conflictiva, mala estudiante y con baja autoestima, que extiende frente a la fachada de su instituto una tela blanca donde la noche anterior ha escrito en grandes letras de color rojo: “Cuidado. Ahí dentro se esconde un violador”.
¿Cómo y cuándo ha sucedido esa agresión sexual? ¿Quién es ese violador? ¿Quién es la víctima? ¿Es verdad lo que denuncia Alma o es mentira? Para averiguar las respuestas a estas preguntas hay que viajar cinco meses atrás en el tiempo. Ahí es donde comienza esta historia.
Sobre el proceso de rodaje y el trabajo en equipo hablaron las actrices protagonistas con SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL. También comentan lo importante que es contar con una buena red de apoyo ante las circunstancias que se narran en la serie y qué papel tiene la juventud en la lucha contra la violencia machista.
Un trabajo en equipo
"Obviamente, poder ponerle voz, cara y alma a una historia tan potente y a un mensaje tan importante para las dos, que somos personas muy activistas y que nos importa mucho este tema, pues fue un regalo", opinó Nicole Wallace, recordando cómo fue recibir el guion de la serie en sus manos.
Su compañera Clara Galle coincidió con ella, reconociendo que "no hubo que trabajar nada porque salió solo" y que "muchas veces somos muy como Greta y Alma en la vida real".
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Después, ambas actrices pensaron en el posible impacto que puede tener la serie teniendo en cuenta que ambas vienen de protagonizar grandes fenómenos en las plataformas. "Hay muchísimo público que está enganchado a las sagas y nada nos haría más felices que ese público también se enganchara a este proyecto que para nosotros es tan importante y diferente", pensó Galle.
Buscar una red de apoyo
Ni una más está llena de muchos momentos muy crudos y de mucha violencia, pero también tiene espacio para otros más luminosos, como por ejemplo los vínculos entre mujeres o el sentimiento de comunidad y la necesidad de contar con una red de apoyo.
Ambas actrices concuerdan con esto y Nicole Wallace dijo además que sin esa red es muy difícil salir de esas situaciones. "Creo que en cualquier situación similar a un agujero negro en el que una persona se pueda encontrar, tienes que tener una fuerza descomunal para salir tú por tu propia voluntad. Es muy difícil", observó la intérprete.
"Creo que debemos saber que necesitamos a otras personas en las que apoyarnos y pedir ayuda a veces, y también nunca vas a saber quién está ahí de verdad para ti si no la pides. Ni una más tiene mucho que ver con esa red de de amistad y familia y cómo afecta su presencia o ausencia", añadió.
Acercarse al lado oscuro
Ni una más incluye ciertas escenas de violencia sexual que pueden ser incómodas de ver y también de rodar para las actrices. Sin embargo, Nicole Wallace reconoce que se sintió muy cómoda durante la fase de rodaje.
"Fue difícil", comenzó diciendo la actriz, confesando también que está muy "agradecida de haber estado rodeada de un equipo que quería cuidarlo todo y que se preocupaba mucho por mí, por que estuviera cómoda, que tuviéramos una coordinadora intimidad... Todo eso ayudaba mucho y yo tenía muchas ganas de rodar, la verdad".
"Creo que las ganas y la motivación hicieron mucho. Yo venía a intentar contar esta historia lo más honesta, natural y real posible para que de verdad cale en el público. Cuando tenía una escena durísima, decía 'me apetece ir hoy a trabajar', porque es algo que me encanta. Es verdad que después de rodarla, pues sí que se te queda el cuerpo como un poco más mal que bien, pero quería contarlo bien e intentar vivirlo al máximo posible", añadió.
El papel de la gente joven
Finalmente, las dos actrices quisieron reflexionar sobre si la gente joven tiene algún papel concreto a la hora de intentar evitar que se siga perpetuando esta violencia sistemática contra las mujeres.
"Creo que nosotras tenemos que seguir apoyándonos y escuchándonos y mantener el espacio seguro para que todas podamos ser escuchadas y sentirnos acompañadas", señaló Clara Galle. "Y si alguna quiere ejercer un cambio porque le apetece ser activista y ser más activa en ese sentido, creo que lo más efectivo es empezar en el entorno mismo e intentar cambiar las cosas desde ahí. Nosotras realmente no tenemos toda la responsabilidad, ya nos hemos defendido durante mucho tiempo y seguiremos haciéndolo".
"No hay una única solución o algo que se pueda hacer como inminente para poder cambiar las cosas. Yo creo que, por ejemplo en la serie, el cambio que hace que haya un cambio en el final es que las protagonistas empiezan a hablar y se empiezan a contar las cosas entre ellas. Poder hablar entre nosotras es lo más grande que podemos hacer, abrirnos ese espacio, contarnos las cosas, avisarnos y apoyarnos", concluyó Nicole Wallace.