El fenómeno fan de las novelas juveniles de la plataforma Wattpad volverá a apoderarse de las plataformas de streaming, después de conquistar a los lectores con la adaptación de A través de mi ventana. En esta ocasión, será el turno de Amazon Prime Video, que el 8 de junio estrena Culpa mía, la película basada en la novela homónima de Mercedes Ron.

La primera parte de la trilogía de libros Culpables -publicada en 2017 tras el éxito alcanzado en Wattpad-, sigue a la joven Noah (Nicolle Wallace), que debe dejar su ciudad, novio y amigos para mudarse a la mansión de William Leister (Iván Sánchez), el flamante y rico marido de su madre Rafaela (Marta Hazas).

Allí conoce a Nick (Gabriel Guevara), su nuevo hermanastro, y el choque de sus fuertes personalidades se hace evidente desde el primer momento. Noah no tarda en descubrir que, tras la imagen de hijo modelo, Nick oculta una vida de peleas, apuestas y carreras ilegales de coches. A pesar del abismo que les separa, ambos empiezan a sentir una atracción irresistible. Ni la continua rivalidad entre ambos ni la oposición de su entorno podrán evitar que acaben perdida y secretamente enamorados.  

SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL habló con el director Domingo González, la escritora de la novela Mercedes Ron, la productora Carolina Banz y los actores protagonistas Gabriel Guevara, Nicole Wallace (SKAM España), Marta Hazas (Días mejores) e Iván Sánchez (Bosé). Describieron cómo se entreteje una historia como esta y cómo se equilibran el romance y la acción.

Proceso de adaptación

"La novela es absolutamente cinematográfica", empezó a decir Carolina Banz sobre el camino que iniciaron para adaptar el lenguaje de la novela a un guion. "Tiene de todo: acción, amor, comedia... Cuando tú lees los libros puedes verlo. No es el mismo idioma, pero se veía que esto era una película", observó.

"Fue un proceso complicado, porque no puedes conservar todas las secuencias, eso es evidente. Y las que conservas no pueden ir como como están en el libro. Tienes que adaptarlas, sintetizarlas", señaló Domingo González.

"La cuestión es conseguir sintetizar, captar esa esencia del libro. Y fue un proceso en el que Mercedes estuvo", añadió.

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"No se ha quitado apenas nada del libro. Lo más importante está ahí. Poder ver lo que tú has leído y has disfrutado tanto en la pantalla es un regalo para alguien que es muy fan de una novela", opinaba también Mercedes Ron. "Es como un añadido a lo que ya tenemos. Porque si fuese tal cual, creo que sería aburrido. Enriquece a la novela".

"Quizás hemos añadido un poquito más de humor, acción y thriller también", desveló González, a lo que la autora replicó, agradecida. "A mí me encanta poner a los personajes en peligro, entonces cuanto más, mejor", expresó, entre risas.

Relaciones tóxicas

Una de las cosas que identificaron los actores de la película fue la manera en la que ésta reflexiona sobre los tipos de relaciones que pueden surgir y la toxicidad que puede emanar de ellas.

"Es muy interesante que trate las relaciones tóxicas, que es algo muy difícil de distinguir hoy en día, ver qué cosas son sanas y te vienen bien y que el hecho si tienes unos celos enfermizos o si son súper posesivos contigo no significa que te quieran más", identificó Marta Hazas.

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"Esta peli es entretenimiento, pero también muestra ciertas cosas de la sociedad que son muy importantes para los chavales", quiso observar también Iván Sánchez.

Marta Hazas, su compañera, también opinó que es importante "que no caigamos en el estereotipo del chico que salva a la chica, porque ella también sabe sacar las castañas del fuego".

Construir a los personajes

"El amor-odio engancha", supo ver Mercedes Ron, en respuesta al posible secreto que puede esconderse tras este éxito tan grande. "A mí me encanta el enemies to lovers [cuando dos personajes pasan de ser enemigos a estar enamorados] y creo tiene mucho gancho".

A partir de ahí, todo se centró en el proceso de dar vida a los personajes, algo que asumieron como un reto Nicolle Wallace y Gabriel Guevara, después de trabajar juntos en SKAM España. "Era un terreno complicado porque tampoco queríamos aferrarnos al 100% a lo que está escrito en el libro", recordó Wallace.

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Por su parte, Gabriel Guevara reconoció que el contacto con la autora fue más bien escaso a la hora de construir a su personaje y que confió en la relación entre ella y el director. De hecho, para él el rodaje fue "súper cómodo" y notó que le dieron "mucha confianza y toda la libertad del mundo de poder jugar en escena y hacerlo divertido, divirtiéndonos".

La actriz protagonista también quiso describir la relación entre Nick y Noah, diciendo que es "como ese primer amor que te consume por dentro. Un poco como la gasolina. Como ese primer amor tan intenso que dices 'wow, quiero estar con esa persona para siempre' y 'ha pasado un segundo, pero ya me estoy muriendo y ya le echo de menos'. Todo el mundo lo ha vivido en algún momento".

Romance con trasfondo

"Precisamente uno de los trabajos consistía en traer la adaptación a los tiempos de ahora", reconoció Domingo González, en relación a la posible autocensura y las críticas que reciben este tipo de historias.

También hablaron sobre esto la productora y la autora de la novela, especialmente haciendo referencia al bagaje de la protagonista y la violencia que le rodea.

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"Está bien traer ese tipo de temas a las pelis de hoy en día, porque al final es algo que pasa", dijo Mercedes Ron. "Y también es una responsabilidad, porque al final es una película que se está dirigiendo a un público muy joven. Tienes a una pareja y una tensión que está muy al límite", agregó Banz.

"Ellos [Nicole Wallace y Gabriel Guevara] tuvieron muchísimo cuidado de definir muy bien a los personajes y marcar la línea de por dónde iba la película. No queríamos una película ñoña -yo personalmente no puedo con las películas ñoñas- y esta es una película muy moderna", continuó.

"No creo que las películas de amor estén menospreciadas, la verdad", argumentó la productora. "Creo que hay algunas que no están bien hechas y creo que no hay nada peor que menospreciar al público que le gusta las películas románticas o las comedias. Eso es lo malo. Nuestra obsesión era no tratar al público como si fueran tontos. Tiene que haber sexo y tiene que haber violencia. Juguemos con esa línea para para dejar claro lo que está bien y lo que está mal", concluyó.