Ramón Campos ('El caso Asunta'): "No queríamos reconstruir el crimen, sino entender cómo se llegó a él"
EL ESPAÑOL habló con el creador de la serie de Netflix sobre cómo fue reconstruir la historia basada en hechos reales.
24 abril, 2024 01:34El caso Asunta ya se postula para convertirse en el gran estreno de la semana en Netflix. Después de un comienzo inmejorable del mes de abril con la película La gran exclusiva y de grandes sensaciones como la reciente Mi reno de peluche, la plataforma cierra el mes con una serie española, que se estrena el 26 de abril.
En ella viajamos al 21 de septiembre de 2013, cuando Rosario Porto y Alfonso Basterra denuncian la desaparición de su hija Asunta. El cuerpo de la niña es encontrado horas después junto a una carretera a las afueras de Santiago de Compostela y la investigación policial pronto desvela indicios que apuntan a ellos como posibles autores del crimen. La noticia conmociona a toda la ciudad e incluso al país. ¿Qué puede llevar a unos padres a acabar con la vida de su hija? ¿Qué se esconde detrás de esa fachada de familia perfecta?
Para dar respuesta a estas y otras preguntas sobre cómo se rodó la serie, EL ESPAÑOL | SERIES & MÁS habló con el creador de la serie Ramón Campos, que además estuvo detrás de otras series como Fariña y de la serie documental que aborda el mismo caso.
Hay otros casos de historias basadas en hechos reales en los que tenemos evidencias o sabemos cómo se comete el crimen. Pero lo que sabemos de El caso Asunta se basa en especulaciones o en el poco material de archivo. ¿Cómo ha sido reconstruir un caso como este?
En realidad no queríamos reconstruir el crimen como tal, sino que queríamos ayudar al espectador a entender cómo se llegó al crimen. Lo que le contamos al espectador es que a esta niña se la asesinó en septiembre del año 2013 y que sus padres han sido juzgados y condenados.
Pero también pensamos cómo una familia normal de Santiago de Compostela acaba viéndose envuelta en un caso así. Eso nos permitió entender que nuestra serie no debía resolver el caso porque es un caso irresoluble. Desgraciadamente, no había nadie en esa habitación.
Por eso quisimos contar la vida de esta gente durante el caso y a lo largo del año anterior. Queríamos contar que, por alguna razón las piezas del tablero de ajedrez se empezaron a descolocar. Que ya no se movían como debían y que esa partida ya no fue de ajedrez, sino que fue de otra cosa.
La serie ha generado mucha conversación y hay personas que piensan que os estáis lucrando de un suceso morboso. ¿Era algo que tuvísteis en cuenta antes de empezar a rodar?
A ver, la gente puede opinar lo que quiera. Lógicamente, cuando tratas un caso real y además lo pones ante la gente, estás a merced de su opinión. Pero nosotros no hemos hecho un documental desde el morbo, lo hemos hecho desde la reflexión. Nos parecía importante reflexionar sobre lo que había pasado sobre la televisión y la influencia de los medios de comunicación, que eso ya fue lo que en un principio generó el documental que vino antes.
['The Witcher': Netflix renueva la serie por una quinta temporada, que será la última]
Sin embargo, teníamos mucha información nueva después el documental, de gente que no había querido hablar en su momento, y que al ver el documental dijo 'está hecho de una forma rigurosa'. Lo que nos quisieron contar en su momento lo fui apuntando vi que tenía mucha información, que podía explicar situaciones que nunca se habían entendido del todo.
Creo que cuando el espectador la reciba, y si hace el viaje con nosotros, va a tener delante una reflexión sobre la paternidad y la maternidad y, sobre todo, que no se trata de un grupo criminal que mate a una niña. Son personas normales como nosotros. Una familia normal que al final se vio envuelta en algo horrible.
"No consideramos que la televisión tenga que educar, pero sí que no debería hacer daño"
Teniendo como paso previo una serie documental tan buena como Lo que la verdad esconde: El caso Asunta, hacer una serie así puede conllevar ciertos riesgos. ¿Había alguna línea roja que os marcáseis antes de poneros en marcha con este proyecto?
No hubo líneas rojas, la única era la de la ética y el respeto. Ten en cuenta que la serie documental es nuestra también y cuando yo la hice ya tenía unas líneas rojas que eran las mismas: la ética y el respeto.
Así que, al hacer una serie de ficción, no busco estropear todo lo que hicimos con el documental entrando en el morbo. Ni tampoco se lo permito a mi equipo. Nosotros somos muy conscientes de que con nuestro trabajo afectamos a la gente. No consideramos que la televisión tenga que educar, pero sí que no debería hacer daño. Porque como yo no quiero que me hagan daño ni quiero que le pase a mi familia, no me gusta provocarlo.
¿Crees que El caso Asunta puede influir de alguna forma en el espectador y su recuerdo del crimen?
Bueno, todas las series influyen en el espectador de una forma o de otra. Velvet influye en el espectador para hacerle más feliz y El caso Asunta sí que puede influir en el espectador. Primero en la forma de ver cómo afrontamos todo y cómo recibimos como espectadores los casos que siguen sucediendo a día de hoy.
También para ver que las noticias que nos bombardean con pequeños detalles de cada caso no están en un contexto, no están analizados y no deben permitirnos verter una opinión sobre ello porque no tenemos la información suficiente. Y además, porque creo que de alguna manera, los espectadores y cualquiera de nosotros puede estar en ese lugar.
Cuando cualquiera de nosotros puede estar ahí, está bien que se nos juzgue de una forma justa, con todas las garantías. Y cuando se mezclan medios de comunicación y justicia, tenemos un problema.
Cuando se filtran unas fotografías de Asunta vestida de cabaret, se les da un contexto de pederastia previo a llegar a un juicio donde hay jurado popular. Eso no está siendo justo. Porque parece que hablamos siempre de blancos y negros y que no hay grises. Y más allá de que la investigación de la Guardia Civil fue increíble y maravillosa, hubo pequeños detalles en el camino que hicieron que el juicio tuviera unas connotaciones que no debería tener.
El papel de la prensa en este caso fue determinante y eso se refleja en pantalla también.
Si tú haces un análisis de los programas que se emitieron cuando Rosario estaba en el registro de la casa, y cuando sonrió... Ese análisis es para decir 'por favor, no volváis a hacer esto'. Había psicólogos hablando sobre los gestos de Rosario, periodistas opinando sobre qué quería decir esa sonrisa cuando no estaban allí...
No podemos hacer horas de televisión hablando de una sonrisa y opinando sobre esa persona, porque al final uno de los espectadores puede acabar siendo jurado y va a verse influenciado. Todo el mundo conocía el caso Asunta y lo que lo que provocaron los medios de comunicación fue una injusticia de alguna manera, porque sin querer influían.
Soy consciente de que nosotros como espectadores reclamamos información continua, que queremos más información y que los periodistas tienen que llenar horas. Es su trabajo y si no lo hacen, les despiden. Es un sistema un poco perverso del que es muy difícil salir, pero eso no quita que tengamos que reflexionar sobre ello.