Después de estrenar Nada, la segunda temporada de El encargado y la reciente Coppola, el representante -todas ellas en Disney+-, el dúo formado por Gastón Duprat y Mariano Cohn regresan con Bellas Artes, su nueva serie y sátira sobre el mundo del arte. Acaba de estrenarse en Movistar Plus+.
En ella conocemos a Antonio Dumas (Oscar Martínez), un prestigioso historiador de arte y gestor cultural, culto y sofisticado, aunque bastante cínico y engreído, que es nombrado director de un importante museo de arte contemporáneo en Madrid, al salir victorioso en un concurso para ese cargo.
Una vez asumido su nuevo cargo deberá afrontar, en medio de la fauna insólita del mundo del arte, un abanico de circunstancias y conflictos dispares: desde problemas gremiales y presiones políticas, hasta situaciones disparatadas en relación a las exposiciones y a los artistas.
Con motivo del estreno en la plataforma, los creadores Gastón Duprat y Andrés Duprat hablaron con SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL. Ambos comentan qué les interesa tanto del mundo del arte y qué relación tiene la serie con este y las inquietudes y protestas de la sociedad contemporánea.
También hablan sobre sus inspiraciones artísticas como creadores y sobre el complejo que pueden tener muchos visitantes de los museos a la hora de interactuar con el arte contemporáneo, creyendo no ser capaz de acceder a él o comprenderlo del todo.
El mundo del arte es algo que conocéis muy bien y del que sois unos veteranos. Ya hemos visto otros proyectos en los que habláis sobre él. ¿Por qué os fascina tanto este tema?
Andrés Duprat: Nos fascina tanto porque lo conocemos bien. Gastón y Mariano, aunque reniegan de eso, eran unos video artistas muy notables en Argentina y en Latinoamérica. Después se fueron hacia el lado del cine y yo también, como gestor cultural, dirigí muchos museos, centros de arte, etc. Es por eso que nos resulta un terreno en el cual podemos llegar hondo.
Hay una frase que dice que 'si uno habla de lo que sabe, uno puede criticar con solvencia y llegar hasta el fondo, sin quedarse en la superficie de las cosas'. Entonces esta serie nos permite ir hasta el hueso, en temas que una persona no tan metida en ese mundo quizás no se atrevería, no tiene las herramientas o duda de cómo es.
"Me gusta que se subraye que los artistas son seres iluminados, más sensibles o que pueden percibir otras cosas. Nunca me pareció verdad"
Gastón Duprat: Sí tocamos el tema del arte en varias películas de manera directa o indirecta. Pero también hay algo ahí muy profundo que excede al tema de la serie. En el caso de las [historias] que situamos en el mundo del arte, es porque es un mundo que conocemos y del que podemos hablar con cierta autoridad.
Y también hay un tópico que tiene el mundo del arte y el de los artistas que a mí me interesa puntualmente, que es la crítica a la supuesta superioridad moral histórica de los artistas. Esto está puesto en entredicho en muchas de nuestras películas. Y en Bellas Artes también. Me molesta y me gusta que esté subrayado esto de que los artistas son seres iluminados o más sensibles o que pueden percibir otras cosas o que hay que cuidarlos más que a otros o protegerlos. Todo eso nunca me pareció verdad. Y esa crítica aparece de distintas maneras en Bellas Artes.
Hay muchas personas que tienen cierto complejo a la hora de apreciar el arte contemporáneo porque creen que no lo entienden. ¿Creéis que el arte contemporáneo es accesible para todos o es necesario entenderlo?
Andrés Duprat: Creo que señalaste el drama más grande del arte contemporáneo y de las artes visuales. Digamos que hay un abismo, digamos, entre lo que es el gusto popular y las producciones, que sería complejo de explicar y largo sociológica. Las producciones de arte contemporáneo se fueron encriptando y pasaron a ser un territorio de expertos. Fueron capturadas por la Academia como si fuese astrofísica.
Si yo supiese no astrofísica y vos me decís 'no, no entiendo', yo te podría decir 'tenés que leer un montón antes, veámonos dentro de cinco años con tus nuevos conocimientos'. Pero el arte no se trata de eso, para nada. El arte es manifestación humana, es un humano haciendo algo, bailando o manchando una tela o interpretando un personaje para otro ser humano.
Es verdad que el arte no es necesariamente comunicación, eso es otra cosa, pero sí que es expresión. Pero no hay que ser doctor en Historia del Arte para recibir lo que hace gente. Nosotros esperamos poner nuestro granito de arena con esta serie. El tema aparece cuando el protagonista habla con el nieto. El nieto de alguna manera también encarna esa forma de pararse sin miedo y sin prejuicio, ¿no?
Yo dirijo un museo desde hace muchos años y eso se ve en el público. Cuando no le gusta algo, le parece malo o agresivo o aburrido, no se anima a decir su opinión para no pasar por bruto, por un tema casi social. Y ese es un grave problema del arte. Porque eso antes no pasaba.
En la serie también se habla de las personas que atentan contra el arte. ¿Creéis que es justo que miremos al pasado o al arte de otra época y a los artistas del pasado con los ojos del presente?
Andrés Duprat: Justamente es una de las historias que perforan los episodios, con una escultura y me parece que también es otro tema de actualidad y que es peligrosísimo además de autoritario. Porque entonces mañana nos van a juzgar a nosotros con los mismos parámetros.
Yo creo que el protagonista encarna una voz siempre con ironía pero razonable de lo que es la corrección política, de que todo tiene que servirnos en la actualidad como cosas ejemplares. Me parece que nadie le pide eso al arte y a los artistas. Justamente te diría en todo caso lo contrario, que el arte y los artistas deben servirnos para provocar, para despertarnos, para ponernos en entredicho, para pensar si está bien algo o no, y no que sea un ejemplo de lo que sí debe ser.
"Hay problemas más urgentes e importantes que tratar de llamar la atención arruinando un cuadro. El autor no es culpable de nada"
Andrés Duprat, creador de 'Bellas Artes'
En este mundo tan injusto es como dicen los norteamericanos 'White people problems'. La verdad es que hay problemas más urgentes y más importantes que tratar de llamar la atención arruinando un cuadro. El autor no es culpable de nada. Son como cinco minutos de atención que no es eficaz, porque sino uno debería conocer perfectamente el problema del que hablan o la denuncia.
Gastón Duprat: En la serie se hacen explícitos los atentados estos ridículos, en los que tiran cosas a los cuadros. Fue algo que agregamos en el último momento, porque a mí me parece tan idiota que ni siquiera lo habríamos puesto como parte del guion. Pero como se repetía tanto en diferentes museos lo planteamos.
Hay mucha hipocresía en esos atentados. Yo como espectador, cuando veo que tiraron este pintura a un cuadro, no entiendo qué tiene que ver el motivo de la protesta de ellos con el cuadro en sí. O sea, ¿cuál es la relación entre una cosa y la otra? Lo que le queda a la gente es que alguien atentó contra una obra, pero no se entiende la bandera de esa protesta.
¿Hay algún artista en concreto que os inspire especialmente como creadores a la hora de trabajar?
Gastón Duprat: Bueno, si bien señalamos un montón de imposturas de muchos de los artistas como la superioridad moral, el que se crean únicos y geniales... Nosotros que trabajamos desde hace años detestamos la idea del genio. Es una idea muy reaccionaria porque pasa por pensar que el arte es para seres iluminados y no para alguien que trabaja y puede manifestar de una manera interesante algo. Siempre se inculcó esa idea del genio al que Dios le tocó con una varita y no es así.
Cuando uno estudia un poco más la vida de los artistas o les conoces, te das cuenta que un artista también es alguien que trabaja a conciencia. Sí que en un momento pueden condensar en una obra un o de una manera magistral algo, pero no son seres infalibles.
De hecho, artistas somos todos, de alguna manera. Lo que pasa es que algunos en ciertos momentos, un artista, en un momento dado condensa como si fuese el Guernica de Picasso, condensa un momento en una obra, de una manera muy elocuente, más que cualquier texto.
Pero en realidad nos gustan mucho los artistas y somos admiradores de las obras de arte como la de la banana esta pegada al lienzo. Si uno se queda en la crítica de la materialidad de la obra, no entiende la crítica del artista, que lo que hace es señalar un sinsentido. Ahí la obra no es la banana y la cinta, la obra es el señalamiento que hace alguien poniendo una banana y que se venda a 150.000 €.
En el mundo del arte están todas esas imposturas, pero en algunos momentos aparece algo como el Guernica. Nadie describió eso ni siquiera en forma literaria, no como Picasso. En cuanto a artistas que me gusten o no, personalmente como yo no soy muy cinéfilo ni fanático de las series, tampoco de ningún artista, la verdad.
Lo estético de la serie y lo más artístico tiene que ver con un modo de puesta en escena, no un estilo de puesta en escena singular que lo hayamos visto en algún director. Nosotros creamos nuestra manera propia, para mal o para bien, pero sin referencias de otros artistas.