• Este artículo de la serie 'Mare of Easttown' de HBO España contiene spoilers de todos los episodios. No leer bajo riesgo de estropearse los giros de una de las grandes series en lo que llevamos 2021.
Tras siete semanas de teorías, sufrimiento y lecciones de interpretación, Mare of Easttown ha llegado a la meta en HBO con un extraordinario desenlace. Solo una persona echará más de menos que nosotros las desventuras de la taciturna detective de un pueblo recóndito de Pensilvania. La propia Kate Winslet ha dejado claro que le encantaría volver a encarnar al personaje. Mientras esperamos la renovación (o no) de la serie creada por Brad Ingelsby (The Way Back) y dirigida por Craig Zobel (The Leftovers), vamos a recopilar cómo terminó el misterio de la muerte de Erin y en qué quedaron nuestras teorías sobre los culpables del crimen.
El primer acto de Sacramento llegó a la conclusión de que el culpable de la muerte de Erin y el verdadero padre de JD era John Ross. La misteriosa foto con la que había acabado el penúltimo episodio de Mare of Easttown mostraba al marido de la mejor amiga de Mare en la cama con la menor de edad. La famosa reunión familiar de los Ross había sido el desencadenante de un peligroso e ilegal romance entre dos familiares lejanos, añadiendo el incesto a las tendencias infieles de John. Años antes, éste ya había estado a punto de perder a su familia por otra aventura romántica.
La verdad sobre el caso
El último episodio arranca con John a punto de ejecutar a Billy. El plan era aprovechar que el hermano pequeño es la oveja negra de la familia para hacer creer a todos que en realidad se había suicidado por miedo a ser descubierto como el asesino y padre del hijo de Erin. Sus dudas en el último momento y la llegada de Mare impidieron el asesinato de un personaje secundario que la serie había subrayado en los últimos episodios para tender una trampa a la audiencia. Después de unos minutos de inquietante paz en Easttown, descubrimos la devastadora realidad. Una llamada vecinal aparentemente inofensiva acaba revelando el verdadero asesino era Ryan Ross, el hijo de John y Lori.
El niño de 13 años robó la pistola del cobertizo del señor Carroll, tendió una trampa a Erin usando el móvil de su padre y amenazó a Erin a la joven para que se alejara de su familia. En ese momento Erin intentó coger el arma y un forcejeo acaba por accidente con la vida de la adolescente. Asustado, Ryan llamó a su padre. John y Billy trasladan entonces el cuerpo de Erin en un intento de encubrir el crimen. Con tal de proteger a su hijo, John aceptó ir a la cárcel y Lori mintió a su mejor amiga.
La verdad se abre camino y la vida de los Ross salta por los aires. Ryan es enviado a un correccional de menores, John sigue en la cárcel por participar en el crimen y Lori se queda sola, haciéndose cargo del hijo bastardo de su marido en un guiño a otro clásico de HBO como Juego de tronos.
¿Podíamos haberlo intuido?
Stephen King lo predecía horas antes de la emisión del último capítulo. El maestro del terror apuntaba al incidente violento que había protagonizado el personaje en el colegio cuando un compañero se había metido con su hermana. En nuestro primer repaso a los posibles sospechosos del crimen hablábamos de cómo John y Ryan parecían tener un secreto que querían ocultar de Lori. Caímos de lleno en la trampa de Ingelsby y descartamos que esa escena fuera más relevante cuando descubrimos que el patriarca de los Ross había vuelto a ser infiel. Lo había sido, pero no con su examante Sandra.
En las apuestas finales sobre los responsables del crimen insistimos en que era más que probable que hubiera un giro inesperado (siempre los hay) en la resolución del crimen. Por un momento temimos que la culpable pudiera ser Lori, pero al final su participación en el crimen fue mentir a la policía para proteger a su hijo. A pesar de que la nube de la sospecha estaba sobre la familia Ross al completo, no llegamos a plantearnos de verdad que el culpable pudiera ser Ryan. Mea culpa.
El lugar del resto de sospechosos en el misterio
El rompecabezas narrativo creado por Brad Ingelsby y su equipo de guionistas se completó con un brillante desenlace que recogía todas las pistas y sospechosos que nos habíamos encontrado en el camino. Repasamos, uno a uno, la implicación que tuvieron finalmente algunos de los personajes de los que no nos fiábamos en anteriores divagaciones sobre el último gran misterio de la televisión.
• Brianna: La joven apalizó a Erin en el primer episodio y ocultó durante semanas a la policía que la coartada de Dylan era falsa. Brianna le cuenta la verdad a Mare sin esperar que la policía rebaje sus cargos de agresión contra Erin. No sabemos qué pasó finalmente con sus cargos.
• Carrie Layden: Tras faltar a una conciliación entre dos partes, Carrie reconoce a Mare que ha vuelto a consumir drogas en los últimos meses. La joven madre renuncia a la custodia de Drew al darse cuenta de que todavía tiene demonios personales que derrotar.
• Dawn Bailey: La antigua compañera de instituto de Mare, a la que hacía responsable de sus males, estaba traumatizada por la desaparición de su hija. Dawn acaba perdiendo a la policía y sigue luchando por que Katie tenga una nueva oportunidad en la vida. Con la ayuda de una comunidad liderada por las mujeres, la joven tiene la oportunidad de empezar de cero en una casa pagada por sus vecinos de Easttown.
• Dan Hastings: La función del primo de Mare en la historia fue desvelar a la policía que su compañero de parroquia les había mentido y beber alcohol con Helen. En algún momento pensamos que Dan podía ser la conexión personal de la agente que estuviera vinculada con el crimen. No fue así.
• Kenny McMenamin: El padre de Kenny encaja con el perfil de sospechoso aparentemente perfecto que solemos ver en este tipo de historias. El intento frustrado de asesinato de Dylan le restaba puntos en la porra de la muerte de su hija. Si fallaba en algo así, ¿cómo iba a ser capaz de llevar a cabo un acto más emocional y brutal sin dejar pruebas? Su testimonio ayuda a que la policía se fije en la familia Ross. Contra pronóstico, no le vemos de vuelta en el episodio final para hacer frente a los responsables de la muerte de su hija.
• Mark Burton: El diácono Mark estaba en el universo de Mare of Easttown para despistarnos con su sospechosa decisión de deshacerse de la bicicleta de Erin. El religioso fue la última persona en ver con vida a la joven, pero no tuvo nada que ver con su muerte. Tras ser liberado por la policía, Mark decide quedarse a vivir en Easttown a pesar de los rumores. Ocho meses después de la resolución del crimen, vuelve a dar misa y a pedir empatía con los que se fueron, pero también con aquellos vinculados con la muerte de Erin.
• Siobhan Sheehan
Siobhan está en la historia para enriquecer el entorno familiar de Mare y abordar desde otro punto de vista el agujero negro que había dejado en los Sheehan la muerte de su primogénito. Su marcha a Berkeley nos hace creer (o eso es lo que elegimos creer) que hay espacio para la esperanza en el futuro de la familia.
• Frank y Faye: Una vez despejada la sospecha sobre la amistosa relación de Frank con Erin, no hubo más indicios para creer que el ex de Mare y su prometida tenían algo que ver con el crimen. En el final de Mare of Easttown la pareja celebra su vida después de, suponemos, resolver las rencillas que la serie había insinuado en episodios anteriores.
• Dylan Hunchey: Dylan hizo muchas cosas mal: trataba mal a Erin, descuidaba al que creía que era su hijo, permitió que su novia pegara una paliza a la madre de sus hijos, robó el dinero a su exnovia difunta, quemó los diarios de Erin, amenaza a su amiga Jess por hablar con la policía y miente a la policía sistemáticamente. El adolescente era lo peor, pero no era el asesino que buscábamos. En el último episodio de Mare of Easttown descubrimos que quemó los secretos de Erin para impedir que la policía descubriera quién era el verdadero padre de JD (John Ross) con la esperanza de que sus padres, que adorababan al niño, se pudieran hacer cargo de él.
La serie tuvo un detalle de retención al personaje cuando Dylan va a ver a Lori para devolver el dinero que había robado a Erin y darle un sobre con el dinero de la operación de los oídos de JD. Con retraso, pero Dylan acabó haciendo algo bueno por alguien. No pensábamos verlo a estas alturas del thriller del HBO.
• Richard Ryan: "La serie se preocupó por hacer hincapié en que Richard y Mare estaban juntos en el momento del crimen. Si no es el asesino, ¿cuál es su lugar en esta historia?", apuntábamos en nuestras últimas teorías sobre la serie. Al final Guy Pearce estaba en la historia simplemente como interés romántico de la protagonista. Sospechamos de su participación en el crimen por el peso del actor de Memento, pero Mare of Easttown no es Ley y Orden ni Se ha escrito un crimen y el actor famoso de turno no tiene por qué ser el culpable.
Debíamos haber sabido que el personaje no era tan importante. Pearce llegó al proyecto a principios de este mismo año. Ben Miles había interpretado a Richard hasta que el rodaje de la serie se paró indefinidamente por culpa del COVID-19. Miles estaba rodando Tetris para Apple TV+ cuando se retomaron las grabaciones de la serie de HBO y Pearce tuvo que volver a grabar todas las escenas de su personaje.
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