En junio de 2017, Garrick y Taylor, dos agentes del FBI, abordan a Reality Winner (Sydney Sweeney) cuando aparca su coche en la puerta de su casa y le dicen que tienen una orden para registrar su vivienda, su vehículo y su teléfono debido a una posible manipulación indebida de documentos clasificados.
Con un tono aparentemente informal, pero insistente, los agentes le recuerdan repetidamente a Reality que está colaborando con el proceso de forma "voluntaria", aunque no le lean sus derechos, le pregunten si quiere un abogado o le entreguen la orden de registro que les autoriza a hacer lo que están haciendo. El caso es que ella tampoco lo solicita.
Pronto empiezan a llegar más coches, más agentes y cercan el perímetro. La dimensión de la operación sugiere que todo lo que está ocurriendo es un error o que esa joven de 25 años es más importante de lo que parece.
Reality, sin embargo, no parece nerviosa y nunca pregunta directamente por qué están allí. No queda claro si está tranquila, si es ingenua o está en estado de shock. Los agentes tampoco le dicen claramente lo que están buscando.
Ese es el punto de partida de Reality, una de las películas más tensas de los últimos años.
También una de las más sorprendentes, porque todo lo que allí ocurre está extraído del interrogatorio real al que el FBI sometió a una trabajadora de la Agencia de Seguridad Nacional.
Cuando se recuerda que todo lo que dicen los personajes y el orden en el que se producen las revelaciones están calcados de una transcripción, resulta increíble que sea así por lo bien estructurada que está la progresión dramática de la narración.
El caso real (sin spoilers)
La ópera prima de Tina Satter es la fascinante adaptación de su obra teatral Is This a Room, un retrato en tiempo real del interrogatorio al que el FBI sometió a Reality Winner, una joven veterana de las Fuerzas Aéreas estadounidenses y antigua traductora de la NSA que es investigada por filtrar un documento clasificado.
Tanto la obra como la película usan como únicos diálogos la transcripción al pie de la letra de la conversación que ocurrió en 2018.
En Estados Unidos, este caso tuvo gran repercusión, pero en España puede haber pasado inadvertido por lo que este texto no entra en detalles del qué, el porqué, el contexto político, la implicación de la protagonista o el resultado de la investigación. La película está construida como un tenso thriller que muestra en tiempo real el encuentro del FBI con la investigada y se disfruta mejor si se desconocen los detalles.
La película concluye con imágenes reales de lo que se dijo en los medios estadounidenses sobre el caso y con declaraciones públicas de portavoces del gobierno. Aunque no se esté al tanto de la actualidad estadounidense, no hace falta contexto para entender las dimensiones de lo que se revela en el tercer acto.
Sydney Sweeney está soberbia en una interpretación que juega todo el tiempo con la ambigüedad y demuestra que es una de las grandes actrices de su generación. Por su parte, la puesta en escena de Satte es un ejercicio sobrio, elegante, inteligente y muy potente en lo narrativo. Es imposible apartar la mirada.
Ficha
- Dónde verla: Filmin
- Duración: 90 minutos
- Año de producción: 2023
- Escrita y dirigida por: Sidney Sweeney, Josh Hamilton, Marchánt Davis
- Reparto: Sidney Sweeney, Josh Hamilton, Marchánt Davis