Tres años después del estreno de Mank, la película más personal de toda su filmografía -su padre escribió el guion antes de morir en 2003-, David Fincher regresa a lo grande y nos deja a todos KO con El asesino, una película que acaba de estrenarse en algunos cines seleccionados antes de su llegada a Netflix el 10 de noviembre. Y un largometraje que aunque podría catalogarse como un thriller criminal, termina siendo más bien una inteligentísima y divertida sitcom de dos horas sobre asesinos en serie.
El asesino tiene una premisa muy sencilla y que no sorprende sabiendo el nombre de la película. En ella, Michael Fassbender interpreta a un asesino sin nombre que intenta matar a otros asesinos sin nombre antes de que acaben con él. Una idea simple pero certera que después se retuerce de manera satisfactoria para dar con una estructura similar a la de un videojuego al que, por cierto, Fincher sabe jugar como nadie.
Basada en una novela gráfica francesa, la película se sitúa en un bloque de pisos hostil, justo en el momento en el que el protagonista falla en su nueva misión. Aunque su monólogo interno quiera hacernos creer que es una persona calculadora y despiadada, capaz de seguir la lógica y cumplir con sus planes de forma metódica y sin improvisar, el protagonista acaba desmontando su propio mito en unos minutos.
Un punto de partida fantástico que convence de querer seguir los pasos de esta persona contradictoria a la que le encanta la música de The Smiths y que tiene un dudoso sentido del gusto para escoger los nombres de sus identidades falsas.
Al verle fallar ese disparo -que en realidad sí acierta-, la tensión se evapora y nos desinfla, y obligándonos a reestructurar las expectativas preconcebidas a partir del nombre de la película. El cazador se convierte en la presa y comienza una persecución con la que Fincher y el guionista Andrew Kevin Walker -que vuelven a trabajar juntos desde Seven- juegan con nosotros como espectadores.
Saben que juegan en casa y desde un terreno audiovisual que conocen bien y nos obligan a tener que esperar lo inesperado, planteando en el centro de la trama a un asesino metódico al que en realidad no le hace mucha gracia su trabajo.
De hecho, es justamente la personalidad tan particular del protagonista y el humor tan fino y bien hilado de la película lo que nos mantendrá pegados al asiento. El asesino comete errores y le salen mal los planes milimétricamente estructurados, pero reconoce que puede ir a peor, así que decide priorizar su salud y trata de mantener las pulsaciones en una cifra normal y sus emociones a raya.
Y, junto al resto del elenco principal -entre los que destaca también Tilda Swinton-, Michael Fassbender eleva el perfil de un personaje que bien podría ser un meme de sí mismo, que disocia de la moral radicalmente para seguir dando el pego como un profesional que se desenvuelve de manera serpenteante, recibe órdenes absurdas de su jefe y se acaba convirtiendo en su propia víctima. Su presencia en escena es siniestra, pero tan magnética que no permite apartar la mirada de la pantalla.
El resto de la película es una sucesión encadenada de buenas decisiones creativas que además están bien encuadradas por el director de fotografía Erik Messerschmidt, y aunque podían ser esperables de un cineasta como David Fincher, también acaban siendo más atrevidas de lo que puede parecer a simple vista.
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Como por ejemplo el arriesgado comienzo de la película con una escena prolongada donde parece que el golpe de efecto no termina de ocurrir nunca, o que el resto del filme no incluya demasiadas escenas de acción. Algo que, por cierto, es incluso más peligroso cuando la película está producida por Netflix, que suele valorar un título por los segundos que alguien permanece frente a él. La ironía aquí está clara -al igual que cuando el protagonista realiza un pedido por Amazon-, puede que el personaje principal sea un asesino, pero a los espectadores también nos obligan a dirigir la mira del arma.
Aunque es muy posible que pase desapercibida entre las películas de David Fincher, El asesino es una de sus obras más notables, porque despeja las piezas de un puzle tan complejo como el que se esconde en la mente de un asesino. Y porque deja claro que no se necesita una historia profunda o muy elaborada para demostrar que la maestría artística y el estilo de un creador siguen estando en buena forma, lo suficiente como para crearnos la necesidad de disfrutar de esta película de una manera compulsiva.
Ficha
Dirección: David Fincher
Guion: Andrew Kevin Walker
Reparto: Michael Fassbender, Tilda Swinton, Charles Parnell, Kerry O'Malley, Sala Baker, Arliss Howard
Género: Drama, thriller, crimen
Fecha de estreno: 27 de octubre en cines y 10 de noviembre en Netflix